Polyana Viana es conocida como La Dama de Hierro por su fiereza a la hora de entrar al octógono. Aunque esta vez, esta luchadora de Artes Marciales Mixtas le hizo honor a su apodo en la calle. Más precisamente cuando un ladrón, sin saber a qué se dedicaba la chica, quiso arrebatarle el teléfono celular. Pero no sólo no lo consiguió: también terminó golpeado e implorando que alguien llamara la Policía para, así, zafar de las trompadas y patadas de la luchadora.

Todo ocurrió el domingo por la noche, cuando Polyana hablaba por teléfono mientras esperaba un taxi en la puerta de su casa, en Jacapareguá, un barrio de la zona oeste de Río de Janeiro. En ese momento, un hombre se le acercó, se puso detrás suyo e hizo como si pusiera un arma en la espalda de la chica. "Dame el teléfono. No intentes nada porque estoy armado", le dijo.


 

Pero el desenlace no fue como el ladrón imaginaba. Aunque sabe que no debe reaccionar de esa manera, Polyana advirtió que el supuesto arma era muy suave, giró y le tiró dos trompadas y una patada al hombre, consiguiendo derribarlo. Y fue por más. Con su agresor en el piso, Polyana se le lanzó encima y le aplicó una toma para inmovilizarlo.

"Cuando me percaté de su presencia, él ya estaba muy cerca de mí. Me preguntó la hora y aunque se la dije, no se fue. Así que oculté mi celular en mi cintura y luego él me quiso robar", relató Viana. Y siguió: "Luego de golpearlo, lo atrapé en un mata león y listo, se terminó la historia".


 

Y así fue. Aunque con una salvedad. Aturdido y asustado por la paliza que acababa de recibir, el propio hombre le pidió que llamara a la Policía. "Me imploró que lo dejara ir, pero yo estaba muy enojada y le dije que lo iban a detener. Y él me respondió que era lo mejor, que llamara para que lo vinieran a buscar. Creo que tenía miedo de que lo siguiera golpeando", explicó Polyana.

Lo curioso de la historia es que al llegar, los efectivos policiales comprobaron que el ladrón efectivamente no tenía una pistola en su poder. Sólo llevaba una réplica hecha en cartón.