San Patricio fue un gran obispo misionero que convirtió a toda una tierra del paganismo o religión de los druidas al catolicísimo. Construyó más de 700 iglesias y ordenó a 5,000 sacerdotes, y, hoy en día, también se le atribuye la fe de los irlandeses.

San Patricio nació en Gran Bretaña en el año de 385. Siendo joven fue llevado cautivo a Irlanda. Se afirma que fue alrededor del año 403, a la edad de 16 años, que cayó prisionero de piratas junto con otros jóvenes para ser vendido como esclavo.

Al santo se le atribuyen varios milagros a lo largo de su vida. El patrón de Irlanda, según la leyenda, habría sido el artífice de la desaparición de todas las especies de serpientes de la isla durante su evangelización.

San Patricio (Maewin Succat) nació en el 387 en Kilpatrick, cerca de Dumbarton, en Escocia. Su padre, Calpurnio, era oficial del ejército romano. Unos piratas irlandeses tomaron prisionero al joven Patricio de 16 años junto con otros jóvenes más y lo vendieron como esclavo, sidendo obligado a guardar ovejas.

La fiesta del Día de San Patricio es una de las más festejadas en todo el planeta. Una celebración en honor del patrón de Irlanda que, sin perder su carácter religioso, se ha transformado en una festividad muy popular a nivel mundial.

El centro de la celebración sigue siendo la figura de Patricio, considerado como el introductor del cristianismo en Irlanda, y al que se le dedica el 17 de marzo, día de su muerte. ¿Qué se conoce de la vida de este personaje santo?

Los datos de la juventud de San Patricio se conocen a través de escritos autobiográficos del evangelizador. Nació en torno al 387 d.C. en una familia romanizada de un pueblo de Escocia llamado Bennhaven Taberniae, que no existe en la actualidad. Su padre, de nombre Calphurnius, era oficial del ejército romano y su madre, Conchessa, era familiar del gran patrono de la Galia, San Martín de Tours.

A la edad de 16 años fue secuestrado por piratas y vendido a un cacique pagano de Irlanda del Norte llamado Milchu. Durante seis años trabajó como pastor de ovejas, y dedicaba las largas jornadas de cuidado del rebaño a la oración.

En su cautiverio aprendió la lengua céltica, que posteriormente le serviría para evangelizar a las culturas paganas de Irlanda. Siempre según sus memorias, Patricio habría recibido en sueños un mensaje para huir de sus captores y viajar en barco. Una vez estuvo salvado, habría vuelto a su casa.

Un estudio de 2011 publicado por la Univesidad de Cambridge pone en duda que la juventud de San Patricio ocurriera de esta manera. El doctor Roy Flechner, en su artículo ‘Was St Patrick a slave-trading Roman official who fled to Ireland?’, cree que el protagonista de esta historia habría huido para no ser obligado a heredar el cargo de su padre como decurión romano, poniéndose al servicio del gobierno de su localidad.

Flechner asegura que muchos jóvenes en la época hicieron lo mismo, evitando hacerse cargo de las tareas heredadas de sus progenitores. El experto en la vida de San Patricio considera además poco probable que pudiera huir de la esclavitud, y las referencias del personaje histórico a pasajes concretos de la Biblia durante su relato indican que no debería entenderse su historia de manera literal.

La evangelización de Irlanda

La web Aciprensa explica cómo Patricio pasó los siguientes años preparándose para su misión evangelizadora en Irlanda. Los primeros biógrafos del religioso afirman que pasó tres años en la isla francesa de Lérins y 15 en Auxerre, donde fue ordenado sacerdote.

En este tiempo visitó Roma, y algunos historiadores sostienen que el papa Celestino I le encomendó la misión de llevar la cristianización a Irlanda, para lo cual fue ordenado obispo por San Germán de Auxerre.

La Enciclopedia Católica cuenta cómo consiguió el favor de un cacique local tras realizar un milagro, y consagró el primer santuario para impartir sus enseñanzas. Fue en esta ciudad donde habría empezado a utilizar el trébol para enseñar a los conversos la doctrina de la Santísima Trinidad.

Su misión le llevó a tener un conflicto directo con los druidas, los líderes religiosos de la isla, a los que venció en la ciudad de Tara, según la leyenda que se relata en la web de Aciprensa. Tras esta mítica victoria, Patricio obtuvo permiso de los gobernantes para predicar las doctrinas católicas.

El obispo formó una comunidad local de seguidores, que fue acogida por los diversos clanes gracias al respeto que profesó a las costumbres precristianas.

La Iglesia aceptó durante mucho tiempo el 461 d.C. como el año de su muerte, pero varios estudios en los últimos años, como el del medievalista Daniel Dumville, sugieren que en realidad falleció en el 493 d.C. Aunque no se conoce con seguridad donde fue enterrado, la tradición dice que sus restos se encuentran junto a la Catedral de Downpatrick.

Milagros y leyendas

A San Patricio se le atribuyen varios milagros a lo largo de su vida. El patrón de Irlanda, según la leyenda, habría sido el artífice de la desaparición de todas las especies de serpientes de la isla durante su evangelización. El apóstol las habría expulsado al mar tras un ataque de los reptiles.

Actualmente, se da por hecho que estos animales no existían en la zona desde la Edad de Hielo. Autores como James Owen aseguran que los ofidios habrían desaparecido durante la separación de la isla de Irlanda de Gran Bretaña en la última glaciación. Owen explica en varios artículos para National Geographic que la expulsión de las serpientes puede interpretarse como una metáfora del derrocamiento de la cultura druídica.

Evangelio
Jn. 7,40-53

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según San Juan

Algunos de la multitud que lo habían oído, opinaban: “Este es verdaderamente el Profeta”. Otros decían: “Este es el Mesías”. Pero otros preguntaban: “¿Acaso el Mesías vendrá de Galilea? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David y de Belén, el pueblo de donde era David?”. Y por causa de él, se produjo una división entre la gente. (...). Le respondieron: “¿Tú también eres galileo? Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta”. Y cada uno regresó a su casa.