El hotel Crescent, ubicado en Eureka Springs, Arkansas, es considerado el “más embrujado” de Estados Unidos y su historia avala este calificativo. Avistamientos de fantasmas, experimentos de un curandero y frascos con restos misteriosos.

Este hotel está en la cordillera de Ozark y en sus inicios apuntaba ser un hospedaje para la alta sociedad pero poco después, el negocio no funcionó como esperaban y los dueños decidieron venderlo.

Por algunas décadas, este lugar funcionó como centro educativo, hasta que el edificio fue adquirido por un personaje de la radio, llamado Norman G. Baker, quien también era curandero.

Este hombre aseguraba que curaba enfermedades como el cáncer, utilizando la medicina no tradicional que supuestamente incluía la “Fórmula 5”. La misma era un brebaje de alcohol, ácido carbólico, glicerol, semillas de sandía molidas, seda de maíz y hojas de trébol. Baker aplicaba inyecciones con este líquido en los lugares donde sus pacientes padecían el cáncer.

Luego de su muerte, comenzaron a avistarse fantasmas y muchos creen que podrían ser sus pacientes. Algunos testigos vieron a un niño, a una mujer empujando una camilla y a otra tratando de encontrar la llave de su habitación.

Tiempo después, hallaron más de 400 frascos con restos misteriosos que fueron descubiertos enterrados en los alrededores del hotel de este macabro curandero, así como también, dos médiums certificados describieron a este lugar como un portal “al otro lado” o a una “dimensión que contiene a los espíritus de los muertos”.