Un hombre de 37 años acudió a una clínica de endocrinología en Italia con el cuero cabelludo extremadamente afectado por una serie de extraños pliegues y surcos que le habían aparecido de forma espontánea.

El historial médico del individuo presentaba cuatro años de sudoración excesiva, constantes dolores de cabeza y también en las articulaciones. Su esposa, además, fue la que indicó que, desde hacía un tiempo, había notado el aumento de pliegues de piel en su cuero cabelludo, según explica el estudio de la Universitá degli Studi di Padova publicado en la revista The New England Journal of Medicine.

De acuerdo al estudio del caso, el hombre también tenía pies y manos agrandadas y una mandíbula inferior demasiado salida.

Luego de una serie de análisis y exámenes físicos, los médicos encontraron que la hormona del factor de crecimiento insulínico tipo 1 -que junto con la hormona del crecimiento, ayuda a promover el crecimiento y desarrollo normal de los huesos y tejidos- estaba presente en niveles elevados en el organismo del paciente, lo que le causaba una acromegalia, una enfermedad que se caracteriza por un aumento de tamaño de las manos, de los pies, de las mandíbulas y de la nariz.

La resonancia magnética que hicieron de la cabeza del paciente reveló, además, un adenoma hipofisiario (un tumor benigno de lento crecimiento que se origina en las células que forman la glándula hipófisis) que medía 27 por 22 por 25 milímetros.

El hombre fue sometido a una resección transesfenoidal (un tipo de cirugía en la que se introducen instrumentos a través de la nariz para extraer tumores situados en la hipófisis o cerca de esta) para tratar el adenoma. En consecuencia, fue tratado con un análogo de la somatostatina, una hormona que inhibe la liberación de la hormona de crecimiento. Por último, recibió inyecciones de relleno de tejidos blandos para mitigar el efecto del cuero cabelludo, aunque solo tuvieron un efecto parcial.