Un sacerdote francés había sido protagonista de un escándalo cuando se viralizó un video donde abofetea a un bebé porque no paraba de llorar. Las imágenes generaron una catarata de criticas y recientemente la diócesis de Meaux sancionó al religioso.

Oficialmente, se resolvió que no pueda oficiar más este tipo de ceremonias, ni tampoco bodas, pero también defendieron al religioso ya que "un bautismo es largo y el bebé lloraba mucho".

Por su parte, el sacerdote declaró que "durante la misa, todo fue bien, pero en el momento del bautismo, el bebé comenzó a llorar". Además, aseguró que el nene tiene dos años y medio y esa "no es una buena edad para bautizar", por que "saben que algo está sucediendo pero no pueden entenderlo".

"Le dije ‘calmáte’, pero él no se estaba calmando", añadió. En ese momento le pegó la cachetada, que el cura definió como "entre una caricia y una palmadita".

"Estoy terminando mi ministerio ahora, fue mi último bautismo, hay un final para todo”, concluyó. La familia del menor denunció al religioso y señaló que nunca quiso que las imágenes se difundieran.

Más tarde el sacerdote admitió que su comportamiento no fue el adecuado y que le trajo múltiples quejas y cuestionamientos por parte de la religión.