El contexto fue el ideal, el marco era acorde y el protagonista cumplió con creces. Diego Armando Maradona y su partido perfecto. Ante Inglaterra, en los cuartos de final del Mundial 86 que consagraría a la Selección. 

Se cumplen 33 años de aquella gesta, con dos perlas inolvidables del Diez. Sus goles más icónicos, seguramente. El recorte fiel de si impronta: con la picardía para meter la mano y primerear a Shilton para inmortalizar la Mano de Dios. Y después con toda su calidad para apilar a medio equipo inglés y dibujar el mejor gol de la historia de los mundiales. 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

A veces lo pienso, y me parece un sueño... ����

Una publicación compartida de Diego Maradona (@maradona) el

"A veces lo pienso y me parece un sueño", escribió Diego en su cuenta de Instagram para acompañar un video con un compacto de su partido ante los ingleses. Soportó golpes, guapeó ante cada patada sufrida y metió dos goles para toda la vida.

En las imágenes se observa el histórico reportaje que le realizaron cuando era un niño y confesó su deseo de jugar un Mundial con Argentina; luego la tensión vivida entre los hinchas antes de aquel partido, jugado cuatro años después de la Guerra de Malvinas, y finalmente los dos goles eternos en la historia del fútbol.