Una insólita situación se vivió durante el partido que Hannover y Bayer Leverkusendisputaron en el HDI Arena, por la fecha número 25° de la Superliga. El encuentro se jugó bajo una fuerte tormenta de nieve, la cual influyó directamente en el resultado final.

A los 32 minutos del primer tiempo, la visita ya ganaba 2-0 por los dos goles que había marcado Kevin Volland (a los 13′ y 28′). Ante este resultado parcial adverso, los locales fueron por el gol que les permitiera ilusionarse con una remontada.

Tras un despeje largo del arquero Michael Esser, la defensa del Bayer Leverkusen falló y la pelota le quedó a Genki Haraguchi. El japonés eludió al portero rival y definió al gol, con todo el arco a su disposición. Fue en ese momento cuando el clima jugó un papel determinante: la gran cantidad de nieve acumulada en el campo de juego frenó el balón sobre la líneae impidió la conquista del Hannover.

Eso hizo que el defensor Jonathan Tah, que había fallado en la cobertura previa, tuviera tiempo de redimirse y de sacar la pelota de la zona de peligro para continuar con el juego. La decepción de Haraguchi y de su técnico, Thomas Doll, se hizo evidente en sus gestos.

Esta acción fue clave ya que le hubiera permitido una reacción aún más temprana a un Hannover que terminó perdiendo el encuentro en su casa por 3-2.

Luego de la situación frustrada por la nieve, los locales lograron igualar el marcador con los tantos de Jonathas (51′) y Mitchel Weisser (73′). Sin embargo, a tres minutos para el cierre, Kai Havertz le dio la victoria agónica al Leverkusen.

Con este resultado, los conducidos por Peter Bosz llegaron a 42 puntos en la tabla y alcanzaron el puesto de clasificación directa a la Europa League, aunque se mantienen muy lejos de la pelea por el título (los líderes son Bayern Munich y Borussia Dortmund, con 57). Hannover, por el contrario, se hunde en zona de descenso a la segunda categoría.