A primera vista, parece dulce e inofensiva. Pero, a muchos les preocupa que Cayla sea mucho más que una muñeca. Es que, el eslogan que eligieron sus fabricantes para comercializarla dio que pensar: "Es mucho más que una muñeca que habla o una aplicación", señalan en su sitio web.

 

Su nombre completo es My Friend Cayla ("mi amiga Cayla") y es capaz de responder a preguntas y entablar una conversación sobre todo tipo de temas, desde geografía hasta naturaleza, familia o matemáticas. "¡Es como una amiga de verdad! ¡Te hablará de casi todo! También puede contarte historias o jugar contigo a juegos tan populares como el tres en raya", aseguran sus creadores, la compañía estadounidense de juguetes interactivos Genesis Toys. Pero asociaciones de defensa de los consumidores se han mostrado preocupadas ante lo que consideran una invasión de la privacidad de los niños y una "amenaza a su seguridad".

 

Esos posibles riesgos de hackeo sobre el popular juguete para niñas obligaron al gobierno alemán a emitir una advertencia: “Destrúyanla con un martillo o enfrenten multas”.

 

 

El fabricante de la muñeca, Genesis Toys con base en Hong Kong, quedó así envuelto en una investigación llevada adelante por el Departamento de Justicia de los EEUU y la Unión Europea por la supuesta recolección ilegal de datos personales de millones de niños que mantienen "conversaciones" con ella. Como consecuencia, autoridades alemanas emitieron un alerta a los miles de padres que habían comprado el juguete.

 

Una advertencia originada en Berlin y enviada por correo a miles de hogares dentro del territorio alemán instruye a los padres a tomar cartas en el asunto, ordenando a los mismos a que destruyan "con un martillo" a la muñeca en cuestión, hoy catalogada como un artículo de espionaje ilegal luego de una exhaustiva investigación.

 

El pasado 17 de febrero el Organismo Federal Alemán de Control de Redes, considerado el órgano mayor de control de telecomunicaciones del país, emitió una orden de destrucción de "Mi Amiga Cayla" y a la vez prohibió su venta, compra y posesión.

 

Según reportes del Wall Street Journal, Jochen Homman presidente del organismo conocido como Bundesnetzagentur, aseguró que la medida busca "proteger a los más indefensos de nuestra sociedad".