Una situación sumamente curiosa y muy escandalosa fue la que se vivió en Rusia durante un partido de Bandy, un deporte derivado del hockey sobre hielo.

Ambos equipos, Vodnik Arkhangelsk y Baikal-Energia, querían perder para evitar enfrentarse en la etapa de los playoffs al campeón, Yenisei Krasnoyarsk, y acudieron a un método insólito: empezaron a meterse goles en contra, según informa TN. 

Hasta los 68 minutos, el encuentro estaba 0-0. Ahí empezó la catarata de tantos contra la propia meta. Primero los locales se automarcaron tres goles, los rivales respondieron haciéndose nueves y, para cerrar el papelón, otra vez los jugadores de Vodnik Arkhangelsk se hicieron ocho goles.

El partido fue anulado y deberá repetirse el 3 de marzo en cancha neutral. Admeás, se esperan duras sanciones para los entrenadores y los jugadores.