En Rusia se celebra durante la última semana que da paso a la “Gran Cuaresma” la Maslenitsa, una festividad tradicional. En ella es común que la gente se junte y realice algunas actividades típicas, entre ellas la quema de un muñeco de paja con forma de espantapájaros.
La fiesta que se llevó a cabo en la localidad de Kingisepp, Leningrado para festejar el final del invierno casi terminó en tragedia. Si bien una locutora había advertido: “Tengan cuidado, la seguridad es lo primero”, un hombre encargado de incendiarlo puso en juego su vida.
Cuando él y otras dos personas acercaron sus antorchas para prender fuego al muñeco, se produjo una explosión que lo envolvió en llamas. Los allí presentes se asustaron y asombraron, pero en menos de un segundo, logró escapar.
Por su parte, los organizadores de la Maslenitsa relataron: “Invitamos a los artistas del fuego a participar en nuestro evento. Hicieron su espectáculo bonito y luego también participaron en la quema de nuestro espantapájaros”. A su vez, señalaron que “no hubo heridos” y “todo terminó bien”.