Durante muchísimos años, Lee Redmond ostentó el récord Guinness por tener las uñas más largas del mundo, pero esta particular característica que la llevó a la fama llegó a su fin tras un traumático episodio que ella misma reveló y perdió el título de "Dama de las uñas".

Redmond no se cortó las uñas desde 1979, lo que la llevó a obtener el registro más grande del mundo para una mujer, al conseguir que las uñas de ambas manos midieran 8,65 metros en total, cifra que la hizo convertirse en la merecedora del Guinness.

“Fue sólo un desafío para mi ver cuán lejos llegarían antes de que comenzaran a deformarse. Seguía fijando fechas y fechas en que iba a cortarlas y simplemente no podía hacerlo. Es extraño cómo se vuelven parte de ti”, señaló la mujer.

Pero un trágico hecho acabaría con estas inusuales uñas. Lee, oriunda de Utah, Estados Unidos, estaba sentada en el asiento del acompañante cuando el auto en el que viajaba chocó contra otros vehículos, por lo que salió expulsada a la calzada.

“Lo primero que vi fue una uña y empecé a llorar”, expresó Redmond, sobre los instantes después de que recobró el conocimiento. Además, explicó a un testigo del accidente el récord que había alcanzado, para luego darse vuelta y juntar todas las piezas de uñas.

En la actualidad, Lee conserva estos restos en una bolsa de plástico para así poder recordar los tiempos en los que sus uñas eran un récord mundial.

Además, después del trágico accidente, Redmond sumerge sus uñas en aceite de oliva tibio y usa botellas de fortalecedor y abrillantador para mantenerlas en óptimas condiciones.

Fuente: MDZ