Al nacer, Ayla Esler falló en algunas de las pruebas que les suelen realizan a los bebés en el hospital, y luego volvió a repetir el resultado en casa. Así fue como detectaron que la pequeña había nacido sin poder escuchar. Pero gracias al trabajo del Hospital de Niños Cook, en Amarillo, Texas (Estados Unidos), un implante coclear le ha devuelto la audición.

En el video, publicado por la Clínica, se la observa a la pequeña Ayla, de un año, junto a sus padres y hermanos. La cara de la niña cuando escucha por primera vez es una mezcla de sorpresa y diversión: se la ve llevando su mano a la oreja y saltando sobre el regazo. Sin embargo, es la reacción de su mamá la que se lleva las miradas, ya que la actitud de su hija la llevó a las lágrimas.

“Todos los chicos responden diferente cuando les activan el implante coclear, así que no sabíamos cómo iba a reaccionar. A pesar de que sabía que funcionaría, tenía algunas dudas, por lo que cuando la vi responder al sonido estaba abrumada de agradecimiento a Dios y a todos los que han sido parte de este camino”, declaró Anna Esler en un comunicado del Hospital.

“Al igual que Anna, estaba entusiasmado, asustado, nervioso y esperanzado, todo al mismo tiempo. Pensé que quizás lloraría y gritaría cuando le activen el implante –lo que hizo luego–, pero verla escuchar el sonido y disfrutarlo fue increíble”, completó Will, su papá.

“Ser sordo no es malo, es distinto, por lo que pasamos mucho tiempo preparándonos para una vida sin que Ayla pudiese oír. Tuvimos que resignar varias cosas, como que conociera el sonido de nuestras voces, de la música, de la risa. Nos preparamos para que disfrute de esas cosas de una forma diferente, para que ‘escuche’ con sus ojos”, explicaron sus padres. Luego, se enteraron que el implante coclear era una opción para ella.

Ayla atravesó una cirugía de cuatro horas. La doctora que realizó el procedimiento declaró a medios estadounidenses que intentan colocar el implante a la menor edad posible, para evitar las demoras en el desarrollo del habla, lenguaje y aprendizaje.

Ahora, el camino incluye tratamientos especiales para recuperar el año en el que la niña no pudo escuchar. “Tenemos que enseñarle a escuchar, a que el sonido tiene significado. Pero ya está respondiendo favorablemente. A veces se da vuelta cuando escucha un ruido –algo que nunca había hecho–, baila al ritmo de la música y comienza a calmarse cuando le cantamos”, relatan sus padres.

El implante coclear consiste en un dispositivo electrónico que transforma las señales acústicas en eléctricas. Se inserta en el oído del paciente y realiza la función de las células dañadas de la cóclea: estimula el nervio auditivo por medio de electrodos y, así mejora la capacidad de oír.

Fuente: TN