A una pasajera del subte de Nueva York le quedó la cabeza atascada entre las puertas de la formación. Para su sorpresa, nadie la ayudó. Y no fue porque no hubiera testigos del incidente.

De hecho, un pasajero presenció toda la secuencia desde otro vagón del subte y, en vez de ayudar a la mujer, decidió grabar el angustioso momento.

Todo comenzó cuando la mujer se dio cuenta de golpe que la formación había llegado a su parada de destino y se bajó rápido corriendo, pero con la mala fortuna de que su cabeza quedara atrapada entre las puertas. Según el New York Post, ocurrió en la estación de Woodlawn, en El Bronx.