Por la 24ª fecha de la Bundesliga 2, la segunda división de Alemania, se dio una situación insólita en medio del partido. Cuando corrían 18 minutos de la primera mitad y el local, Duisburgo, ganaba 1-0, su arquero pareció irse del partido, casi literalmente. 

Es que mientras su equipo estaba en posición ofensiva, el arquero holandés Mark Flekken se metió dentro del arco a tomar agua y a secarse con su toalla. El rival, el Ingolstadt, salió en una contra rápida y llegó enseguida al área con un pelotazo. El cabezazo atrás del defensor no encontró al 1 y Stefan Kutschke aprovechpó para poner el 1-1 parcial sin oposición.