Era el momento triunfal de la noche. El candidato demócrata Joe Biden brindaba un discurso a sus simpatizantes en el escenario de un gimnasio de Los Angeles, cuando comenzaban a conocerse los resultados del “Supermartes”, que le dieron una enorme victoria.

De pronto, una manifestante vegana saltó sobre el escenario a los gritos, blandiendo una pancarta, y por unos segundos se vivió una situación de enorme tensión que las cámaras transmitieron en vivo y en directo.

Pero algo inesperado sucedió. En lo que podría haber sido una escena del thriller romántico “El Guardaespaldas” pero con una custodia femenina –según compara The Washington Post— Jill Biden, la esposa del candidato que flanqueaba a su marido en el escenario, agarró la mano derecha del ex vicepresidente y se interpuso entre él y la manifestante.

Segundos después subió otra mujer que protestaba contra la industria lechera y, reaccionando con la velocidad de un rayo, Jill Biden se dio vuelta, extendió los brazos, la agarró de las muñecas y luego la bloqueó, empujándola hacia atrás, mientras su esposo y su cuñada miraban atónitos la escena.

Enseguida apareció Symone Sanders, la asesora principal del candidato, que también forcejeó con la mujer y la apartó de Biden hasta que finalmente llegaron algunos hombres que se llevaron a las manifestantes fuera del lugar.

Jill Biden es maestra, tiene 68 años (su marido 77) y se casó con el ex vicepresidente en 1977, después de que falleciera la primera esposa en un accidente. Crió a dos de los hijos del entonces senador, Beau y Hunter, y luego tuvieron una hija juntos, Ashley.

“Estamos bien, estamos bien”, dijo Jill al bajarse del escenario. La escena se volvió viral. Ella más tarde tuiteó: “¡Que noche!”. La asesora del candidato también dejó un escueto mensaje en Twitter: “Me rompí una uña”.

El incidente reavivó el tema de la seguridad de los candidatos. Algunos comparaban en las redes sociales la diferencia con otro episodio del que fue protagonista Donald Trump, en la campaña de 2016, cuando una persona se subió al escenario y aparecieron dos inmensos guardaespaldas que lo sacaron enseguida de allí. Biden, en cambio, tiene a su esposa que lo protege.