Momentos de confusión fueron los que vivió una familia en Brasil, cuyo timbre de su domicilio sonaba día a día sin ninguna explicación, ya que al abrir la puerta se percataban que no había nadie esperando.

La situación generó molestia entre los habitantes de la vivienda, que incluso llegaron a creer que se trataba de un hecho sobrenatural. Sin embargo, todo quedó al descubierto tras la instalación de unas cámaras de seguridad.

En una primera instancia, Giglio Bernini, dueño de la vivienda, indicó que "pensé que era un fantasma porque de repente empezó a sonar (el timbre) y nunca había gente en la puerta".

"También sospechamos que podrían ser niños jugando o alguien que quería robar la casa", agregó el hombre. Pero no se trataba de ninguna de esas opciones, ya que imágenes captaron que el gran culpable provenía desde su propia casa, y no era precisamente un humano.

Las cámaras de seguridad instaladas por la familia dejaron en evidencia que fue su propio perro, un foxhound americano, el protagonista.