Pasaba por el lugar y no pudo evitar detenerse al observar la situación que lo dejó perplejo. Dos columpios de la plaza del Barrio Cooperarq III se movían solos: no había más personas, ni viento, ni nada que los traccionara.

De inmediato tomó el celular y grabó el hecho. Es que si no lo hacía, difícilmente le creyeran cuando lo contara.

Efectivamente, en las imágenes puede observarse las dos hamacas con un movimiento incesante. Sacá tus conclusiones.