Una paseo por la naturaleza terminó con un sorprendente hallazgo para Christopher Reynold y su esposa en Texas, Estados Unidos.
Debajo de unas hojas vieron a una serpiente que parecía tener algo en su boca. Comenzaron a grabar y un rato después se dieron cuenta que la comida era otro ofidio.
Y como si la escena no fuera suficientemente sorprendente, llegaron a captar el momento en que la serpiente vomita a la otra y que esta última se mueve, por lo que seguía viva.
Kenney Kyrsko, herpetólogo y encargado de la colección en el Museo de Historia Natural de Florida en Gainesville, explicó que se trata de un mecanismo de defensa de las serpientes.
Según contó el especialista a National Geographic, las serpientes no mastican y necesitan tiempo para digerir su comida luego de tragarla, tarea que puede ralentizarse según el peso y el volumen de su presa.
"Cualquiera que tenga serpientes sabe que deben dejarlas solas mientras comen porque pueden hacerlas regurgitar", añadió Kyrsko.