Netflix se destaca por ser una plataforma con un catálogo inmenso y siempre cambiante. Entre tantos estrenos y producciones originales, hay series que pasan desapercibidas pese a su enorme calidad. Una de ellas es una verdadera joyita del thriller con viajes en el tiempo que, aunque no tuvo un lanzamiento ruidoso, merece ser descubierta cuanto antes.
Este es el caso de una ficción estadounidense que combina suspenso, humor oscuro y bucles temporales de una manera tan creativa como demoledora. Se trata de “Muñeca Rusa” (Russian Doll, en su idioma original), una serie que, pese a haber estrenado hace algunos años, sigue ganando fanáticos por su historia desconcertante y su ritmo adictivo.
Netflix: de qué se trata “Muñeca rusa”, la serie sobre bucles temporales que no te podés perder
La sinopsis oficial de Netflix adelanta lo siguiente: “Nadia muere y revive en su 36° cumpleaños una y otra vez. Presa de un bucle temporal surrealista, no le queda más remedio que enfrentarse a su propia mortalidad”.
Estrenada en 2019 sin demasiada promoción, Russian Doll sorprendió a la crítica y al público. Su creadora y protagonista, Lyonne, interpreta a Nadia Vulvokov, una mujer brillante, sarcástica, algo autodestructiva y con un magnetismo único que sostiene toda la narrativa. Su actuación, cargada de humor ácido y vulnerabilidad, convirtió a la serie en un fenómeno inmediato entre quienes la descubrieron.
La historia comienza en una fiesta descontrolada que organiza su amiga Maxine (Greta Lee) para celebrar su cumpleaños número 36. En medio de encuentros incómodos, ex parejas que reaparecen sin invitación y un clima de confusión permanente, Nadia muere y revive en el mismo baño donde empezó la noche. Ese ciclo se repite una y otra vez, atrapándola en un loop que mezcla caos, introspección y un misterio cada vez más profundo.
Pero la serie va mucho más allá del recurso del bucle temporal. En el fondo, Muñeca rusa es una exploración sobre los traumas no resueltos, la salud mental, la pérdida, el autosabotaje y los patrones que repetimos sin darnos cuenta. Cada ida y vuelta en el tiempo empuja a Nadia a enfrentarse con partes de sí misma que siempre evitó mirar.
