Marcela Iglesias, conocida a nivel internacional como la Barbie humana, ha convertido su cuerpo en un laboratorio viviente y explora los límites de la ciencia médica y estética en búsqueda de frenar el paso del tiempo. Radicada en Hollywood, se ha sometido a una serie de procedimientos, como una cirugía mamaria, transfusiones de sangre procedentes de su hijo, tratamientos con células madre e inyecciones de grasa de donante. Su objetivo principal es ralentizar el envejecimiento y alcanzar el ideal de belleza que persigue desde su adolescencia.
La transformación de Marcela se inició mucho antes de establecerse en Estados Unidos. Durante su infancia, la negativa de su madre a comprarle una Barbie, por considerarla una figura sexualizada y dirigida a adultos, marcó el inicio de una obsesión que perduró toda su vida. “Mi mamá nunca me quiso comprar la muñeca porque a ella no le gustaba. Entonces de grande decidí transformarme en una”, explicó.

En su adolescencia ya buscaba un cuerpo estilizado, usaba ropa llamativa y lucía reflejos rubios. Sin embargo, recién al mudarse fuera del país decidió enfocarse por completo en su imagen. “Siempre me gustó llamar la atención. Me gusta maquillarme y vestirme de forma llamativa. Aprendí que la gente tiene derecho a tener una opinión, pero esa opinión no tiene por qué afectarme”, afirmó.
Su incursión en el mundo del biohacking y la medicina regenerativa la llevó a someterse a procedimientos que pocos se atreven a probar. Uno de los tratamientos más llamativos que ha adoptado es la transfusión de plasma joven, un procedimiento que involucra directamente a su hijo. “Le extraen sangre a mi hijo y me la dan a mí. Soy una especie de vampiro”, señaló Iglesias.
El procedimiento, denominado Multi Generation Plasma Transfusion, requiere compatibilidad y que el donante sea más joven. “Tenemos que ser 100% compatibles. Sí o sí tiene que ser mi hijo o un familiar que tenga el mismo tipo de sangre, pero siempre la persona tiene que ser más joven, si no no sirve. Es para que yo pueda vivir más años con mejor calidad de vida”, sostuvo. Este tratamiento exclusivo tiene un costo aproximado de 15 mil dólares.
Además, en 2022 se realizó una cirugía de aumento de busto y, aunque aún no se ha sometido a intervenciones faciales, no descarta un lifting en el futuro.

