La mezcla de limón y sal no solo es un clásico en la cocina, sino que también es un aliado para quienes buscan una limpieza profunda, económica y sin recurrir al uso de productos químicos.

Al combinarse, ambos ingredientes potencian sus propiedades y permiten reemplazar limpiadores industriales por una opción natural.

Por qué el limón y la sal son buenos para limpiar

El limón es famoso por su acción antibacteriana y desinfectante gracias a su acidez. Es capaz de eliminar bacterias y neutralizar olores en segundos.

La sal actúa como un abrasivo suave, ya que ayuda a remover suciedad, grasa y hasta las manchas más rebeldes sin dañar las superficies. Por lo tanto, juntos forman un limpiador natural efectivo.

Para qué sirve la mezcla de limón y sal

  • Desinfectar tablas de cortar y utensilios de cocina: eliminá bacterias y malos olores aplicando la mezcla directamente sobre la superficie.
  • Eliminar manchas de óxido y suciedad: ideal para metales, piletas y griferías.
  • Limpiar superficies de cocina: mesadas, hornallas o baldosas quedan brillantes sin químicos agresivos.
  • Neutralizar olores: funciona especialmente en tablas de madera, desagües y recipientes con restos de alimentos.
  • Quitar manchas difíciles en vajilla: combiná limón y sal sobre ollas o cacerolas con residuos difíciles de remover.
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Cómo preparar la mezcla y cómo usarla

  1. Colocá el jugo de limón en un recipiente pequeño.
  2. Agregá la sal y mezclá hasta formar una pasta homogénea.
  3. Aplicá la mezcla sobre la superficie a limpiar.
  4. Frotá con una esponja, cepillo o paño, según la zona.
  5. Dejá actuar entre 3 y 5 minutos si la mancha es resistente.
  6. Enjuagá con agua y secá con un paño limpio.