Muchos músicos han dedicado obras a niños. "Escenas Infantiles" de Schumann, "Una Obertura para niños" de R. Quilter, "Pedro y el Lobo" de Prokofiev, "El Carnaval de los animales" de Saint-Saens, etc. y obras de nuestros compatriotas Luis Gianneo, Carlos Guastavino y A. Ginastera. También Maurice Ravel compuso en 1924 una encantadora operita sobre un cuento de Colette: "El niño y los Sortilegios". Pero el Concierto se inició con otra obra de Ravel (1875-1937) "Mi madre la oca". Charles Perrault (1628-1703) después de una vida como Administrativo de la Corte de Luis XIV, se dedicó -al cumplir 67 años- a los niños de su familia y escribió para ellos "Cuentos de tiempos pasados… con moralejas" que fueron más popularmente conocidos como: "Cuentos de mi madre la Oca". Ravel era muy amigo de una familia de origen polaco; los Godebsky. Soltero y sin hijos propios, Ravel se encariñó con los niños Godebsky, jugaba con ellos, les contaba cuentos y para que se ejercitaran en el piano les compuso 5 temas sobre cuentos en 1908. Los niños; Mimie y Jean tenían solamente 6 y 10 años y la obra escrita para piano a cuatro manos les resultó difícil. En 1910 Ravel la transcribió para Orquesta. Los cuentos son: (1) "La bella durmiente" (de Perrault). Es una "Pavana" o sea una danza de origen italiana -de Padua y por ello "Padovana"- que es grave, serena y cadenciosa, como para no despertar a la "Durmiente"-. Ravel compondría más adelante otra Pavana "para una infanta difunta". (2)"Pulgarcito" (otro cuento de Perrault). En francés "Laid" = "Feo". Por eso (3) "Laideronnette" = "la "feúcha". Este cuento es de Madame d’Aulnoy (1651-1705) quien a diferencia de Perrault contaba sus historias de modo más coloquial como si lo hiciera en un salón, y generalmente con protagonistas femeninas. Al ser "Emperatriz de las Pagodas", Ravel -maestro de la orquestación- nos sugiere un ambiente "oriental" con xilófonos, gong y demás instrumentos adecuados. (4) "La Bella y la Bestia" es un cuento de otra escritora: Jeanne-Marie Leprince de Beaumont (1711-1780). En Ravel es una "Conversación" entre ambos. Comienza con una danza, pero la Bestia está algo remanente. ¡Pobre Fagot, tener que hacer de "Bestia" ! pero poco se van animando y al final danzan juntos. (5) "El Jardín de las Hadas" posiblemente sea del mismo Ravel.

Franz Doppler (1821-1883) nació en lo que actualmente es Lviv, capital de una Provincia de Ucrania que pasó por muchas "nacionalidades", rutenos, armenios, tártaros, polacos, húngaros, suecos; pero que desde 1772 formó parte del imperio Austríaco siendo Capital de la Provincia de Galitzia (por favor ¡¡no confundir con Galicia!!). Por eso Doppler era "austro-húngaro" y no sorprende que los 18 años fuera Principal flautista de la Orquesta Alemana de Budapest o que fundara la Filarmónica de Hungría o fuera Director de la Ópera de Corte en Viena. Junto su hermano Karl formaron un famoso dúo de flautas y recorrieron Europa. Su música es deliciosa y pegadiza. Una "leyenda urbana" dice que habrían mandado confeccionar una flauta "al revés" para que al tocar juntos se hiciera un efecto "espejo" frente al público. Entre nosotros, los "hermanos flautistas" fueron un maestro y uno de sus alumnos: Patrick. Gallois y Julián Rodrigo. La obra comienza con un Allegro Maestoso y luego de mucho "diálogo fraterno" de flautas, un cuádruple llamado de los trombones (que casi suena a "Rienzi" de Wagner) nos señala que "hasta aquí llegamos" con el 1er. movimiento, y enseguida el arpa invita a las flautas a un andante. Flautas y arpa solos…..¿será un homenaje al Concierto K 299 de Mozart? Y el Allegro final es para saltar y bailar. Sería redundante alabar la excelencia y belleza del Maestro Gallois así que felicitaciones al otro flautista, Julián Rodrigo. Si la obra fue escrita y pensada para hermanos, qué lindo y emotivo ver a su hermano Abenhamar Rodrigo aplaudiéndolo detrás de su cello. La otra hermana -Sara- ya había estado como pianista en la obra de Ravel.

Y finalmente Cesar Franck (1822-1890). Belga -Valón nacionalizado francés para poder ingresar al Conservatorio de París, fue especialmente reconocido como organista y creo que su Sinfonía en Re Mayor compuesta en 1889 adquiere el sonido de un órgano; por eso me llama la atención el escucharla mirando al órgano del Auditorio detrás. La Introducción es lenta y misteriosa y al promediar el allegro ma non troppo siguiente, el corno entona una melodía que dura 8 o 9 segundos pero que es de una belleza tan delicada que sólo la puede escribir el autor de "Panis Angelicus"!! Franck decía que mientras escribía el segundo movimiento "Allegretto", estaba pensando en una procesión de tiempos antiguos. Esta "Procesión" comienza con las cuerdas punteadas (pizzicato) que acompañan al arpa (¡¡hemos tenido al arpa en las tres obras de la noche!!) y la melodía que irrumpe está iniciada por ese especie de "hermano mayor del oboe" llamado "corno inglés" y que como decía Jorge d’Urbano tiene la particularidad de no ser "corno" y de tampoco ser "inglés". La Sinfonía…y el Concierto terminaron con un Allegro non troppo que rebozaba energía!! Yo le sacaría el "non"!!