Victoria no quiere que su esposo, el exfutbolista y modelo David Beckham, compre la mansión de 850 m2 que el cantante Pharrell Williams vende en Miami a 16 millones de dólares. ¿El detalle? A ella le agarró un ataque de caspa porque no quiere que, ahora, que pasará más tiempo allá al inaugurar su equipo de fútbol Miami Beckham United, él tenga un lugar propio, porque se lo imagina dando fiestas con mujeres alrededor. ¡Cuánto celo!