Este porteño que por primera vez llega a San Juan, es uno de esos actores de raza al que no deslumbran los flashes ni las alfombras rojas. En las tablas se mueve como pez en el agua, fue premiado internacionalmente por sus roles cinematográficos y también es capaz de crear entrañables personajes televisivos como el José de Tratame bien, el conflictuado policía de Epitafios o el bravo líder barrial de El Puntero, que le valió un Martín Fierro el año pasado, todas de Pol-Ka, donde volvió para hacer Farsantes, de inminente estreno. Julio Chavez, de él se trata, debutará en la provincia el próximo viernes de la mano de Fundación Protea. Y lo hará junto a Viviana Saccone, con La Cabra, obra "con contenido dramático y muy provocativo, aunque también sea una comedia", según definió; que ganó seis premios Estrella de mar en la última temporada de Mar del Plata, incluido el Oro. De estas cuestiones y de otras, habló con DIARIO DE CUYO.


– Tenés muy bajo perfil, ¿a qué se debe?

– Soy una persona muy tímida, que no tiene talento para lo social y además trabajo mucho, entonces me dedico a lo que me dedico y evito aquellos lugares que me pueden ubicar en una zona de verdadera falta de talento. Proteger al medio de mí. Yo no puedo jugar a ciertas cosas, porque soy profundamente vulnerable, no me puedo hacer el canchero. No puedo ponerme en un lugar donde se involucran la subjetividad o la privacidad de cada cual. A recibir los premios voy, y la verdad es que me digo "Julio andá, porque perder sería terrible". La exposición me importa siempre, no me resulta un hecho natural.

– ¿Y por qué ser actor con ese padecimiento?

– Y.. ¡viste! Porque justamente para que se viva la timidez hay que exponerse. ¿Qué persona puede advertir que es tímida sino va a las fiestas? Además, yo decido ser actor cada vez que hago una escena. Es un acto voluntario, que se revalida para mí en cada toma. Tengo la dicha de tener un oficio que me ayuda a expandirme y preguntarme quiénes somos los hombres. Y digo la dicha porque hay muchísimos seres humanos que tienen mucho interés en entender esto pero encorsetados por unas necesidades que les determinan que ser un hombre es ser un animal que sólo debe trabajar para comer.

– ¿Qué se puede adelantar de Farsantes?

– Por primera vez voy a participar en un formato de tira. Soy el dueño de un estudio de abogacía tengo abogados jóvenes trabajando para mi, y como buen formato televisivo de tira romántica, habrá dos historias, por un lado Griselda (Sicialini) y Facundo (Arana) y el de Benjamín Vicuña y el mío. Así que tengo que el gusto de protagonizar una tira donde la pareja protagónica y el amor rondarán alrededor de dos hombres.

-¿Cómo ves esa situación?

– Una chanchada (risas). Que bárbaro, con hombres, con cabras… pero digamos que está siempre alrededor de los animales, cabras, vicuñas… (NdR: en relación al apellido de Benjamín)

– ¿Cómo es el trabajo de grabar una tira diaria?

– Muy intenso. Nada determina una experiencia fija. Estoy intentando, y va muy bien, establecer un matrimonio entre la manera que tengo de trabajar y una manera de producir una tira. Después que termine, diré "ésta es mi experiencia en la tira".

– Van a estar en horario central y reemplazando a Tinelli, ¿cómo lo viven?

– Sí es un horario donde estaba Tinelli y marcó mucho la expresión de su producto en ese horario. Pero ese horario también puede ocuparlo otra expresión y también sobrevivir, lo cual determina que ese espacio es autónomo. Está para ser llenado con la expresión de cualquiera. Esto lo dijo en nombre de mi pobre personita, supongo que en el canal hay otro tipo de pensamientos.

– Enseñás teatro desde hace mucho, ¿qué te gusta del contacto con los alumnos?

-Uuuhh… eso es mi día talentoso en el encuentro con los otros. Tengo un gusto vocacional en relación al acompañamiento de otro que intenta hacerse una pregunta y aprender sobre algo. Hace 32 años que enseño, no hubo un año que no me haya dedicado a colaborar por la formación de un otro. Y lo seguiré haciendo mientras pueda.

-¿Es cierto que Graciela Alfano fue tu alumna?

-Sí, sí, es cierto. Una gran alumna. Este año de hecho volvió al taller porque quería volver a entrenar algunas cuestiones. Es una persona sumamente aplicada, estudiosa. En ese sentido nos pone en jaque.

-¿Cómo te imaginás en unos años?

– Me imagino en todo lo estoy haciendo, pero más viejo. Más tierno, más relajado y más triste…

-¿Por qué triste?

-¿Y qué te parece? (risas) ¡Es un duelo infernal! ¿Quién se despide absolutamente de la juventud, de la vitalidad? Es el acercamiento a una despedida importante, trascendental en la vida de todos. El presentimiento de que esa escena no está tan lejos como antes, aunque nunca sabe nadie dónde está ese momento…

-¿Le tenés miedo a la muerte?

-Es horrorosa, pero es sábado a la mañana y aún tengo muchas cosas que hacer…(risas).