Prolífico y respetado director y actor mendocino, discípulo de Pompeyo Audivert, Juan Comotti vuelve para estrenar el unipersonal ‘Relato íntimo de un hombre nuevo’ en la provincia, adonde se siente -podría decirse- casi como en casa. Con naturalidad, el artista habla del teatro de aquí y de allá como uno solo -‘al final, no estamos tan lejos’, dirá-. Pero no es sólo una cuestión de kilómetros ni de las tantas veces que los ha recorrido; también está la admiración que siente por los realizadores locales actuales; y -por qué no- la herencia: Es que su padre Cristóbal Comotti, gran teatrero, fue amigo de otro grande de las tablas locales, Oscar Kummel. Ambos compartieron estéticas y espiritualidades que luego él inhaló, cosa que podría redondear esa familiaridad con la que habla respecto de las expresiones de ambas provincias, e incluso de la región.
‘Hay una influencia muy grande de Buenos Aires en todo el país, pero me gusta lo nuestro, me gusta mucho la herencia que dejó Kummel en San Juan, como la que dejó mi papá en Mendoza. Juan Carlos Carta me parece uno de los mejores directores del país, aunque personalmente no lo trago; quedé muy impresionado cuando vi sus obras, como El Murmullo, que fue un sacudón para todos, o como Feroz, de Ariel Sampaolesi… Acá hay una identidad que no tiene nada que ver con el teatro porteño y eso me encanta. En San Juan está un mendocino, que es un gran director, Rubén González Mayo; y ves una herencia teatral pero también una identidad; y que no tiene nada que ver con el naturalismo de los porteños que todavía siguen regurgitando esos textos de los ’60… creo que nosotros vamos por otro lado y está bien, no por diferenciarnos, pero hay un proceso dentro nuestro que está bueno saber que existió y compartirlo’, se explayó Comotti, quien sin embargo subraya que ‘el teatro del país es uno solo, está como más amalgamado; y lo que tenemos en las provincias no tiene nada que envidiarle a nadie’.
Respecto del público, Comotti dice que sigue consumiendo ‘las figuritas de la tele’ que vienen de Buenos Aires, pero que también ‘se está avivando’. ‘El público se cansa de los que vienen a robar, y esa es la gente que me interesa traer, porque lo que nosotros hacemos tiene muchísimo nivel’.
