Es la nueva fase de su evolución artística. Así Roberto Pettinato, consagrado saxofonista, comediante, periodista, conductor de radio y televisión, como si fuera poco para él, quiere explotar todo su potencial humorístico a través del Stand Up y los monólogos. Por eso viene a San Juan con "Me quiero portar vien", el unipersonal cuyo nombre está inspirado en su hijo menor Lorenzo y que tiene como meta una risa contagiosa y cómplice de los espectadores que asistan esta noche a Renatto (a partir de las 22 con entrada $300). El show, con gran cuota de improvisación, promete mostrar a un Pettinato más transgresor e impertinente que en su versión televisiva. Habrá música, desopilantes chistes y varias sorpresas. ¿Volverá a verse el irreverente Gato de Verdaguer? Quién sabe. Todo puede suceder tratándose de Petti. En diálogo con DIARIO DE CUYO, el hombre de pelo platinado habló de su momento artístico actual, de su relación con la sanjuanina Emile Claudeville y hasta se animó a jugar a un ping pong sobre los personajes de la farándula que admira y otros los enfrenta con bastante ironía. (Ver aparte)
– ¿Por qué te lanzaste a la experiencia del stand up? ¿Qué necesidad sentiste?
– ¡Lanzaron un cohete de palabras y me subí a él! Los monólogos son algo que siempre quise hacer, admiré a distintos monologuistas o standuperos. Acá el Stand up es alguien que habla de dietas y de suegras. Los que hacían Stand up antes, no sé Pinti o Verdaguer, tocaban otros temas. Tener la platea ahí riendo es la motivación más grande para volver a hacerlo. Me libero, soy el mejor en esto sin dudas.
– ¿Qué versión de Pettinato se puede apreciar arriba de un escenario, a diferencia de la televisión?
¡En el escenario soy un Pettinato libre! Con todo lo que eso significa. No hay filtro y cada show es distinto, depende mucho del público. Son dos horas de hablar y hablar; y reír y reír; y hablar y reír.
– ¿Por qué el espectáculo lo llamaste "Me quiero portar vien"?
– En un momento con mi hijo Lorenzo optamos por enviarlo al rincón cuando se portaba mal. Una cantidad de minutos equivalentes a su edad: tres años, tres minutos. (Risas) Un día mientras estaba en el rincón lloraba y me decía "¡Me quiero portar bien!" a lo cual contesté: "¿Hijo estás poseído?" "¡Me tengo que portar bien!" "¡Noooo! ¡Me quiero portar bien!"
– Al regresar en la conducción de Duro de domar, ¿cuál es el desafío diario para seguir sosteniendo el ciclo?
– Siempre el desafío es divertirse y encontrarle el ritmo al programa. Estimo que para agosto estará realmente a pleno en cuanto a la adaptación al nuevo formato. Soy un conductor valiente.
– El panel que te tocó trabajar, ¿qué encontrás en común o en qué se diferencia respecto a otros equipos que trabajaste antes?
¡Nunca comparo! El panel es el mejor panel con el que trabajé todos. Aprendemos de todos, somos gente evolucionada o eso parecemos.
– ¿Cómo te entiendes con Emile Claudeville estando al aire? ¿Hacen buen equipo?
– Nos llevamos muy bien solo en el aire. Luego no nos hablamos ni nos saludamos ni nos miramos. Sé que ella me admira pero somos buenos compañeros… ¡al aire! (risas) Nos llevamos muy bien todos.

