Osadía curiosa y rendidora. Eso propone el modelo-actor que transita "un camino muy distinto a lo que venía haciendo en televisión" y que apuntaló a Botineras con bisexualismo hot (su beso gay trepó a 22 puntos de rating). "Siempre ocupé el lugar de galán, pero Riveiro me dio la posibilidad de contar una historia de amor entre dos hombres desde un punto de vista honesto y creíble", subrayó Christian Sancho, el futbolista que en la tira desespera por Ezequiel Castaño (Lalo) y no controla su atracción fatal -a lo Glenn Close y con desodorante masculino-. El hombre de los pectorales esculpidos, aseguró que "está bueno mostrar lo que se oculta en el fútbol" y que "fue un experiencia orgánica" filmar las escenas calientes. Ameno y sin prejuicios, charló con DIARIO DE CUYO.

– De galán a "botinero". ¿Cómo viviste el traspaso?

– (risas) Muy bien. Siempre ocupé el lugar de galán, pero el personaje me dio la posibilidad de transitar un camino muy distinto a lo que venía haciendo en la televisión. El "Flaco" Riveiro tiene muchísimos matices y me permite contar una historia de amor entre dos hombres desde un punto de vista honesto y creíble.

– Y muy hot. ¿Te costó hacer las escenas de sexo?

– No, fue una experiencia orgánica. Hablamos mucho con el director antes de hacerla y hubo mucho respeto por parte de los técnicos. Me parece que las escenas fueron un gran acierto de la producción y de los guionistas. Quedaron muy reales y eso es lo importante.

– Tanto, que oficiaste de mesías. La tira estaba agonizando…

– Me parece que fue una consecuencia de varios factores. Fue acertado contar esta historia gay entre futbolistas, pero también ayudó a la tira el giro policial. Está todo más dramático y eso gustó. Pero obviamente, desde mi humilde posición, uno trata de sumar.

– Con Botineras la homosexualidad salió del closet. ¿Ficción rompe tabúes?

– Yo creo que sí. Lo que pasa es que en el fútbol uno está acostumbrado a ver el machismo, pero está bueno mostrar lo que se oculta en el fútbol. La homosexualidad siempre existió en el fútbol. Las historias son parte de la vida real.

– ¿Hacer de gay afectó tu imagen de modelo? Eras el macho del slip…

– No. Uno compone un personaje. Lo mismo hice para esa publicidad. Más allá de que no hubo un audio o no se pudo hacer una escena con esa foto, también conté algo. Con las mujeres está todo bien.

– ¿Aceptarías otro Riveiro o no querés que te encasillen?

– Seguramente va a ser el único gay que haga en televisión. La premisa del actor es siempre sorprender y renovar sus composiciones y por eso no quiero que me encasillen. Trato de seguir una línea de sorpresa.

Definí la palabra "homosexual" en el diccionario Sancho…

– Dícese del hombre o la mujer que es honestamente feliz. Esa sería mi definición. Me parece que es válido el amor entre un hombre y una mujer, entre dos hombres y entre dos mujeres. Me parece que aceptar al otro como es, es una apertura social y emocional.

– O sea que si tu hija (Camille, 8 años) el día de mañana te dice: Papá, te presento a mi novia, va a estar todo bien. Cero alplax…

– (risas) Totalmente. Contaría con todo mi apoyo.