Apenas acepta confirmar la noticia que corrió como reguero de pólvora. Amable, pero con la voz en un suspiro, se disculpa y dice que prefiere no hablar más del tema, que está muy mal y que no quiere alterar a la familia que le queda en la provincia. Y entonces, quebrada y entre lágrimas, agradece la preocupación y se despide. Es Beatriz Salomón, quien ayer, en breve diálogo con DIARIO DE CUYO ratificó que su hermana Isabel está muy grave. Padece neuropatía motora múltiple, una enfermedad que ocasiona inmovilidad. Está internada hace un mes en una clínica neurológica, en terapia intensiva, con traqueotomía, y toda la familia directa -sus padres, hermanos, esposo e hijito de 7 años- permanecen a su lado, rezando y haciendo lo imposible. De hecho trajeron un especialista que fue a visitarla el miércoles por la noche, pero según contó Beatriz a este medio, el profesional que la examinó no dio ninguna esperanza.
"Está mal, pero estamos esperando un milagro ¿sabés?", confiesa desarmada, pero sin perder las esperanzas, la eterna chica Olmedo, otra vez envuelta en en un sufrimiento que parece haberse ensañado con la familia desde la difusión de aquel polémico video de su ex, el cirujano Alberto Ferriols, que le cambió la vida.
De perfil más bajo, aunque también incursionó en el medio como modelo y actriz, Isabel es la única hermana mujer de Beatriz, cinco años menor (además está Daniel). Y como tal, siempre fueron muy compinches. Casada con un ingeniero, Oscar Garay, y mamá de un nene de 7 años, ambas compartieron desde su infancia en un San Juan que quedó vivo en los recuerdos de veranos calientes y olorcito a empanadas recién sacadas del horno de barro que había en su casa, menú familiar y dominguero. Una niñez donde Isabel era la "alumna perfecta" y también oficiaba de la que iba a "cuidar" a Beatriz, cuando la mayor de las "turcas" salía con sus primeros noviecitos, tal como la misma Isabel contaba hace algunos años a Caras.
Comandos azules en acción (con Jorge Martínez y Germán Krauss) fue una de las películas argentinas en las que también trabajaron juntas, allá por 1980, una década en la que volvieron a la provincia, esa vez como modelos y famosas, para un desfile organizado en el club Sirio Libanés. En 1978, Isabel también había lucido su esbelta figura en las pasarelas, pero entonces fue para una elección de Miss Argentina, que no ganó pero donde finalmente quedó elegida como Miss Elegancia.
Dos décadas después -y tras otras incursiones artísticas y apariciones mediáticas- su nombre volvió al tapete con la promoción de la obra teatral Locas por Dolores, una comedia que la subía a las tablas junto a Adriana Aguirre, Marcela Ortiz, Samanta Farjat y Ricardo García, pero que no llegó a estrenarse.
El año pasado -quizás la última vez que se mostraron las dos en cámaras, como invitadas especiales a un ciclo- Isabel y Beatriz fueron parte de El Muro infernal, el exitoso ciclo de juegos de Marley, al que contribuyeron para posicionarlo como el segundo programa más visto de esa noche. Hoy las hermanas Salomón vuelven a ser noticia, aunque por motivos nada gratos.