Aunque hace tiempo que su nombre es conocido en el ambiente artístico y la gente en Buenos Aires lo sigue recordando por su paso por AM, donde estuvo hasta 2013, Darío Barassi siente que éste fue un año importante en su carrera según manifestó a DIARIO DE CUYO. A partir de su incorporación a la tira de Sebastián Ortega, Viudas e hijos del Rock and roll (Telefe), el sanjuanino de 31 años llegó a la ficción en tele, un mundo en el que se mueve cómodo. En la historia que encabezan Paola Barrientos y Damián De Santos, Barassi es Pedro, un productor de radio que con el correr de los capítulos, fue ganando espacio. Con proyectos para el año que viene, entre los que está protagonizar en teatro un unipersonal escrito por Pedro Saborido (guionista de Tato Bores), Barassi habla de su presente laboral, de los desafíos que se plantea y cómo se lleva con la popularidad.
-¿Qué te pasó cuando te enteraste que te daban el papel en Viudas?
-Por definición del personaje, era un gay muy rockero. No quería hacer caer en el lugar del típico gay que la televisión tiene tan visto, que habla tan afeminado; quería correrme de ese lugar, porque tampoco representa al gay de hoy. Estaba marcado también que era un gay que se asume como tal, sin tabúes. Le busqué esos gags que tiene que son muy míos, y esos gritos muy particulares.
-Yo creo que sí. Lo estoy viviendo hace rato. Voy a paso tranquilo, no es una crecida abismal pero de a poco voy creciendo, con paso firme, teniendo en claro hacia dónde quiero ir, haciendo cosas que me desafíen, que me diviertan, siento que estoy jugando en primera. Me llamaron a mi juego, me tengo que convertir en otra persona y entretener, así que es un juego que me gusta mucho.
-Sigue siendo muy presente AM, yo le estoy muy agradecido porque me marcó mucho, mucha gente hasta hoy me sigue diciendo "¿cuándo volvés a AM?" Me dejó bizarrear mucho el programa, porque era fuerte verme vestido como quinceañera con alitas, o con una pelada. Fue un momento de mucha popularidad, ahora no tengo tanto acoso de "Barassi, Barassi", igual la gente me dice Pedro (el personaje), me gusta que la gente se crea que soy el personaje y no la persona.
-Mantengo los vínculos de siempre, eso me baja, porque la popularidad esta buenísima, pero es una repercusión de mi trabajo, pero no quiero vivir pendiente de la popularidad, ni para eso. Es una consecuencia de la carrera que disfruto, la manejo bien, soy un agradecido de la gente, pero ni salgo a buscarla ni es lo que pretendo generar. Quiero tener desafíos artísticos y que gusten, más que ser popular. La contención de mi novia, mis amigos y la familia, es fundamental que sea sólida, para no perderse en el camino.
-No, no sé… A mí los premios me encantan, así como me gusta verme y digo que bien que estoy, soy un tipo a quien esas cosas de premios o estar nominado, es un juego que me divierte. No en vano desde que tengo dos años agarro un shampoo en el baño y agradezco un premio mirando al espejo. Pero bueno, no es lo principal, ya con trabajar de esto y divertirme me alcanza absolutamente, los premios vendrán o no, pero hay algo de la ceremonia… A ver, ¡soy sanjuanino! He visto los Martín Fierro en el living con mi familia. Son esas cosas que decís, ganarte un Martín Fierro o ir a comer a lo de Mirtha (Legrand), es como decir llegué a la tele. Tengo esa cosa de pajuerano que está intacta, aunque no me desvivo por eso. Igual creo que en Viudas el personaje de Juan Sorín, es el que puede competir como revelación.
-Es fuerte verse, la gente que trabaja en tele es más chiquita, más flaca, me veía inmenso, no de obeso sino de enorme. Es algo que me caracteriza, pero este año decidí ponerme las pilas y bajé un poco de peso. No me trauma tanto, estoy entrenando, me gusta sentirme sano, tengo una proyección muy grande con mi novia, tener una familia, viajar, para todo eso hace falta un cuerpo sano, desde ese lugar es que trato de cuidarme un poco.