Fue una visita a la provincia, con el tiempo ajustado, sin embargo, Gastón Pauls tuvo las horas suficientes para visitar la Casa de Gobierno, de sentarse junto a José Luis Gioja en un acto oficial y de cumplir con su compromiso central de participar en un debate sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en la Facultad de Ciencias Sociales de la UNSJ. "Hace mucho que no venía a San Juan, una provincia que quiero mucho", dijo el actor, que en algún momento estuvo vinculado con la familia sanjuanina Claudeville Lloveras. En la intimidad con el gobernador, charlaron de varios temas políticos, entre ellos la minería, dada su participación en el spot televisivo de Greenpeace. También habló de su situación profesional y de la quiebra de su productora Rosstoc. De todo ello y más, el actor dialogó con DIARIO DE CUYO.
– ¿Cómo fue tu encuentro con el gobernador?
– Estuvo muy bueno. Me contó sobre su declaración en los juicios a los represores de la dictadura militar de San Juan. Invocó a la memoria y volvió al año 76. No es nada menor que un gobernador tenga esa actitud de declarar. Cualquiera podría haberlo hecho por escrito. Que se haya sentado, que haya puesto la cara y el corazón para testificar es muy valioso.
– ¿Cómo soportaste la caída de tu productora?
– Estuve muy deprimido. Fue muy triste en lo personal porque pasaron muchas cosas dolorosas y oscuras. Hay una estafa en medio que no tiene que ver conmigo, ni con mi bolsillo. El Diario Perfil publicó muchas mentiras en ese momento. Estoy en un momento judicial complejo y que por ahora no puedo opinar. Pero pronto se sabrá la verdad de todo lo que sucedió. En la productora éramos dos socios y que, al final él se fue del país, yo sigo aquí para poner la cara. Al margen de eso, de lo que trascendió, esa editorial bastarda (Perfil) usó en mi contra mi presencia en actos de gobierno. Lo cual, yo asistí a muchos, pero de ello se sirvió para escribir que el gobierno me estaba bancando con plata del Estado para pagar la deuda que tengo. Eso no ocurrió, lo que debo lo pago con mi laburo.
– Esta situación ¿te quitó las ganas de seguir en la televisión?
– No sólo eso, sino que me tiró abajo en todos los aspectos. Por ahora no quiero hacer más nada. Me provocó mucha desilusión. Pero por otro lado, entiendo que los que me atacan, es la misma gente que también se dedica a destrozar a Hebe de Bonafini y a Estela de Carlotto. Son los mismos que le sacaron la foto a Spinetta en la puerta de su casa con su enfermedad para ponerlo en tapa. Después dicen que eso era libertad de prensa. Para mí eso es una estafa, un abuso del poder de la prensa. Los medios tienen el poder de destrozar la vida de una persona en un día. En fin, yo entendí que si ese es el precio de la militancia, entonces algo debo hacer bien para que me peguen. Lo que al principio sentí que fue un golpe en el mentón, terminó siendo una caricia.
– Para que se rompa con ese relato ¿no es mejor aclarar lo que pasó realmente?
– Hace tiempo que no doy notas, y que estoy peleado con los medios dominantes. Se dijeron muchas mentiras y no tuve más ganas de hablar, lo mejor que pensé es quedarme callado. En vez de estar dando notas y fotos en la isla Caras, prefiero venir aquí y hablar en la universidad, donde se siembra el futuro. Este encuentro es fundamental, estar con la gente que trabaja, que estudia, que milita, eso es lo que sirve. Y me voy de San Juan contento porque aprendí mucho más de los estudiantes, que ellos de mí.
– ¿Qué pasa cuando te señalan como artista K?
– Eso es un estereotipo y un rótulo que los medios más mediocres necesitan usar y reproducir todo el tiempo para desprestigiar. Antes que me hagan una nota, ellos ya tienen el título que van a publicar, por supuesto que su intención también está predispuesta para encasillarme. Diga lo diga, ya se sabe qué bajada de línea van a hacer. Hay cosas que tiene este Gobierno nacional que acompaño y otras cosas que no estoy de acuerdo y no lo sigo. Pero esos medios necesitan un "enemigo". Y en su momento, fui su enemigo porque apoyé muchas medidas de este gobierno.
– ¿Por qué apoyas la nueva ley de medios?
– No soy un técnico y hay muchas cosas técnicas que aborda esta ley que no domino. Pero hace 20 años que trabajo en cine, televisión y teatro y siento que es algo fundamental. Hace unos años la ley era una necesidad, hoy es una realidad. Estoy conforme con esto y es un acierto más que tiene el gobierno, más allá que algunos la desmerezcan o la minimicen.

