Celeste Primavera Carballo ha celebrado sus 20 años como artista y productora independiente de su discografía con una serie de conciertos que resultaron exitosos a lo largo del 2015. Conocida por su estilo salvaje, posee una de las voces más distinguidas del rock y se expande más allá de sus propias fronteras, aprovechando los recursos tecnológicos como I Tunes, Spotify y Youtube. Actualmente, está abocada a grabar su próximo álbum ‘Por amor al blues’ con temas originales cuyo adelanto se escuchará aquí en San Juan. Será el primer recital de su carrera en los pagos de Pocito, con un formato acústico y a modo de solista. En diálogo con DIARIO DE CUYO, la cantautora habló de muchos temas: la mujer en el rock, su vida artística, su transitar en el circuito independiente, el mercado musical y su mirada de la realidad.
-¿Qué expectativas tenés por cantar por primera vez en San Juan?
Espero encontrar un público nuevo con muchos pibes. Quiero ver y conocer a los jóvenes. No vendré con el repertorio habitual, como lo fue en el Teatro Ópera. Esta vez será otro show. Hice muchas veces ‘Tercer infinito’ en Mendoza, con La Jarillera, con Pappo, con David Lebón, en el Teatro Independencia y en el Quintanilla, pero nunca en San Juan. Es el único lugar del país que no pisé todavía. Me parece que será interesante iniciar un diálogo con los sanjuaninos para que a mediados de año pueda presentar mi show con todos mis músicos.
– Al ser artista independiente, ¿lidiaste contra la idea que sostiene ‘si no estás en los medios no existís’?
– Yo vivo en positivo, la realidad. Yo soy música, lo mediático-televisivo es un relato mentiroso, el que paga lo ve. Edito mis discos de manera independiente y tengo muchísimo laburo. Conozco a muchos artistas que están muertos y enterrados esperando que les llamen las compañías discográficas. El mercado giró sobre sí mismo, pero se democratizó la música. Ya no está en la televisión, ni en las radios. La música está en Internet, me buscás por Spotify, ahí estoy. El mercado de la música es una mafia tan grande como el de la guerra o el de la droga. Nadie se da cuenta de eso. Tiene que ver con lo que la gente consume. La música es más que todo eso, es una bomba atómica, una ametralladora, un palo por el ort… una flor, un guiso bien hecho que te nutre, una frazada que te abriga, es un maestro que enseña, un dios que te hace sentir único. El camino para encontrarla es crecer, educarse, leer libros, apagar el televisor, buscar autores, aprender a escuchar más y hablar menos, buscarse con gente más inteligente que uno y respetarlos, estudiar mucho aunque no tengás un mango.
– ¿Cómo te parás en un ambiente donde el hombre siempre marca la cancha? – Cuando estamos juntos en un escenario, pasan dos cosas: primero, tengo que hablar muchas tonterías, porque los chicos se me enamoran; y segundo, cuando estamos todos como amigos, les rompo el ort… a todos. Son muy competitivos, muy celosos, recontra histéricos con la ropita, la imagen, son mas lookeros…
– ¿Y has escuchado a las nuevas chicas con madera de rock? – Sí, a muchas. El problema que tienen es que van muy bien hasta que se enamoran de un chico, se ponen de novias y el chico las obliga a estar en la casa o le meten un hijo y no la dejan cantar más. El problema de ellas no es cómo cantan, sino cómo viven. Podés cantar como quieras, pero tenés que tener muy en claro tu profesión y no abandonarla, por nada ni por nadie.
– ¿A quién admirás?
– Estoy atenta a lo que pasa en el mundo. Actualmente hay artistas muy buenos que la están rompiendo como Gary Clark Jr.; Alicia Keys; Dallas Green con su City and Colour y los de mi generación Mike Jagger, David Bowie, Elton John. Pero en la escena nacional, no hay un nuevo artista todavía que me conmueva. Tiene que ponerme a volar y aún no ha surgido. Me tengo que enamorar de su talento, de su personalidad, que no se copie a sí mismo, no se deje dominar por el medio, ni hacer lo que le convenga. Hay ídolos que no son de barro. Mirá Ricky Martin, toda la vida se lo ha criticado y el tipo es más real que nadie y es muy valioso como artista, su trabajo vale. No pongo a nadie de ídolo, sería mejor que nadie tuviera ídolos. Sino que se den cuenta que somos artistas profesionales.
– Ser Celeste Carballo es definirse como…
– Soy una mujer que ha crecido en un país muy raro, donde es natural mentir por default, por defecto. Está preseteado para mentir porque hay una cobardía de base, un egoísmo tal que me da pena el pueblo argentino encerrado en sus propios miedos. Bronca también me da. Me gustaría que muchos sean más valientes, pero no para salir a gritar y hacer piquetes. Valentía es escuchar a un tipo que te está explicando algo que no comprendés. El amor no es para los cobardes y parece que estoy predicando en un gran desierto llamado Argentina. El día que el pueblo mejore, no podrá quejarse de su gobierno.

