Después de casi cuatro años de un interminable y penoso sufrimiento, el fin de semana pasado, Isabel Salomón falleció a causa de un mal incurable que la tenía postrada. Un golpe muy duro para la familia y sobre todo para su único hijo Juan Cruz de 10 años de edad. Pero también fue un golpe durísimo para su hermana Beatriz, quien la cuidó desde el primer momento y no se separó de su lado desde que le diagnosticaron ELA (Esclerosis lateral amiotrófica). En medio del duelo, sin poder contener el llanto y con la voz quebrada, la actriz dialogó con DIARIO DE CUYO. ‘Pasamos el Día de la Madre con una profunda tristeza. Juan Cruz, pobrecito, tan chico… él no entiende lo que sucede, pero no pudo ver más a su mamá’, dijo la artista que en estos momentos se mantiene aferrada a sus familiares más directos, junto a Oscar (padre de Juan), sus propias hijas, su padre Jacinto Salomón, sus otros hermanos -Guillermo y Daniel- y Blanca, su asistente.

Hace pocos días, Beatriz había hecho público una cadena de oración por su hermana, en las horas más críticas que padecía Isabel. Ella estaba internada en la clínica Basilio, donde era tratada su neuropatía motora múltiple, producto del ELA.

"Isabel era una chica hermosa, linda; y por dentro una gran mujer, una buena hija, madre y hermana. Tenía muchos sueños e ilusiones como cualquier chica. Amaba tomar Sol en Punta del Este y nadar en su piscina. Le encantaba cocinar, hacía unos postres riquísimos. Disfrutaba mucho de su vida", recuerda su hermana mayor. "Una día se bajó del taxi, se dobló el pie como si fuera una tronchadura. Ahí fue el principio de todo. El kinesiólogo le recetó una pomada y le puso vendas. Pero no se curó bien, luego perdió fuerza en los brazos y se le hinchó la pancita. Con un análisis posterior se le detectó ELA. Es un mal horrible, cruel y asqueroso que destruye al ser humano. No existe en el mundo una cura, ni un médico que haya podido sacarla de esto", cuenta Beatriz con desahogo.

Entre las lágrimas relató cómo fue avanzando la enfermedad, de manera irreversible: "Fueron cuatros años espantosos. Quería caminar y se caía, le atacó las rodillas, los músculos de las piernas. No podía ir al baño por sí sola, tuvo que andar en sillas de ruedas. Después no podía comer y le pusieron un botón gástrico, ya no podía respirar tampoco, entonces la conectaron al oxígeno. Los párpados le lastimaban los ojos, hasta que no pudo ver más. Al final ya no pensaba, ni hablaba. Se fue muriendo de a poco…". Y agregó "Estuve a su lado siempre, buscando antídotos, médicos, brujas, sacerdotes, curanderos, videntes… lo que fuera… hice todo para salvarla, se lo prometí, pero no resultó nada".

"La vida es cruel. Pienso que Dios no existe, hay tanta gente de m… que hace tanto daño…. asesinos, violadores que deberían morirse de verdad. Si no existe la justicia humana, tampoco la justicia divina, ¿dónde está Dios?" cuestiona Beatriz, aún sin reponerse de la muerte de su madre ni de la humillación que sintió con el escándalo mediático que se desató tras una cámara oculta a su exmarido, el cirujano plástico Alberto Ferriols.

Sobre el ELA, Beatriz cuenta que tuvo que aprender a usar la computadora, estudiar libros de medicina, buscar información sobre el síndrome, desesperadamente, intentando encontrar alguna cura o tratamiento. ‘De esto se habla poco, es un mal que puede afectar a grandes y chicos, pobres y ricos, mujeres y hombres. En España hay 3 millones de personas afectadas. No es hereditario, no reconoce las defensas del organismo, no es contagioso, pero es silencioso y letal. Ahora hay una fundación que hace poco se formó y me invitaron a trabajar con ellos. Facundo Arana enterró a un amigo que tenía esto y Osvaldo Laport perdió a su suegra así. Estudié tanto este problema que ahora hablo como un médico", dijo, y concluyó, "No sé cómo recuperarme de esto. El tiempo lo cura todo, dicen, espero estar mejor. Sólo quiero saludar a toda la gente de San Juan que me mandó sus condolencias. A la familia Salomón: Viviana, Fany, Mónica, mis primos, Susana Roque y mi tío Jorge. Ellos enviaron su cariño y oraciones, se los agradezco mucho… Ahora tengo que salir adelante, no hay opción".