A la llegada de la Pascua, el músico popular y maestro charanguista Jaime Torres estará nuevamente en San Juan, en donde será la figura principal para la realización de la Misa Criolla en el Predio José Dolores de Médano de Oro. Con guión y dirección general de Cosme Yañez, se llevará a cabo este próximo sábado una representación artística de la consagrada obra de Ariel Ramírez. A ello se le incluirá un fragmento especial del "Nacimiento" de Cristo. En la puesta actuarán más de 400 artistas en escena y contará con la participación de Los Luceros, Kuky Vega, Paola Hascher, entre otras figuras locales. El músico tucumano charló con DIARIO DE CUYO acerca de la amistad que mantenía con Ramírez y de su significativa creación.

– ¿Cómo llegó a convertirse la Misa Criolla en una obra tan vasta y universal?

– No recuerdo exactamente qué día fue, pero se grabó en 1964 y cuando supe de ella, vi la esencia de su contenido al instante. Supongo yo que debe ser por la magia que tiene el arte. Nadie tenía la idea sobre qué destino tendría esta obra, dónde iba a parar. Es difícil que alguien pueda predecir que una canción o una melodía, pueda ser un éxito. Al final de todo, es la gente la que lo aprueba. Pero, la misa tiene un mensaje que llega profundamente, eso sí es claro. No tengo otra manera de poder descifrar este fenómeno. Sin duda, tiene una cantidad de elementos que superan todo tipo de análisis e interpretación que se haga. La misa criolla tiene una vigencia increíble.

– ¿Despierta la misma pasión al escucharla sin importar idiomas?

– Es la esencia de una obra de arte. Sale y se expone, sin necesidad de entender su lenguaje. El arte es así, vos escuchas cosas que incluso no puedes comprender. Te guste o no.

– ¿Cómo cultivó su amistad con Ariel Ramírez?

– Conocí a Ariel en el año 1958. Y cuando sucedió, hubo una corriente de afecto, amistad y trabajo que compartimos durante años y así fue confluyendo en la realización de esta obra. Con la cual, tuve la oportunidad de tocarla en San Juan, cuando gobernaba Américo García. En aquella época que me presenté ante los sanjuaninos y no había necesidad de explicarles de qué se trataba la Misa Criolla, pero cuando la escucharon, sólo la sintieron como es.

– ¿Cuál fue el mayor desafío en su carrera?

– Fue haber tomado el charango con compromiso. La sociedad le da poca importancia a los elementos autóctonos y criollos. Siempre se mira hacia afuera, dándole más valor a lo extranjero que a lo nuestro. Lo mío es una actitud de vida. Es difícil, pero hizo que pudiera caminar por el mundo con su magia. A mis hijos y nietos les enseño que primero hay que lavarse las manos antes de agarrarlo. Es un instrumento serio y merece su respeto. Con el charango trato de hacer docencia en la vida.