A paso lento, pero firme, Joaquín Lavado, el querido Quino, recorrió la muestra dedicada a su personaje estrella que ahora está exhibida en el Centro Amadeo Conte Grand. Además de la emoción que embargó a algunos de los adultos invitados por el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson por estar cerca del creador de Mafalda- situación que el autor que cuenta ya ocho décadas, sobrellevó con amabilidad- fueron muchos los niños que se acercaron durante el recorrido por la muestra para pedirle un autógrafo.
Quino caminó y saludó a lo largo de la sala rodeado por las reproducciones de su tira más famosa. "¿Qué diría Mafalda hoy?", es lo que asegura que le preguntan siempre y Quino, en conferencia de prensa anoche fue tan directo como la famosa niña: "cada idea de Mafalda me llevaba cuatro horas, si me dan ese tiempo les contesto’.
Sorprende que niños de hoy, alejados del contexto histórico de cuando se creó la historieta se sientan atraídos por Mafalda; pero Quino admitió que hoy no tiene "idea lo que piensan los chicos, es una generación que se pasa el día con los aparatitos’, destacó que las relaciones familiares no cambiaron, pero sí cambió la tecnología. "Yo no hablaba con casi nadie por timidez, hoy los chicos no hablan con casi nadie si no es a través de estos aparatitos’ analizó.
Quino reivindicó el resto de su obra, lograda a lo largo de 60 años como dibujante de humor gráfico: "Mafalda era un dibujo y la gente se enojaba conmigo cuando yo decía eso, porque la veían como una persona. Para mí, mis páginas de humor son mejores que Mafalda’, dijo, cual padre que intenta destacar a sus demás hijos.
Quino estuvo en San Juan, se fue contento -según dijo- y doblemente distinguido como huésped de honor.