A los 66 años sigue siendo sinónimo de ritmo, alocados tambores y puro candombe uruguayo. Su impronta se compone de peinados exóticos, despiadado talento y una visceral y prolífera carrera. Ha compartido escenario con artistas que acarician el firmamento como U2 o Sting. Está cansado de ser un pasaporte humano -ha recorrido el mundo como rítmico embajador- y planea retirarse de los escenarios para producir discos y dedicarle más tiempo a su familia. Ameno y predispuesto, habló de sus comienzos, la discriminación, sus metas pendientes y de su dura infancia.
– Sos el broche de oro de la Fiesta de las 2 puntas ¿Preparaste un repertorio especial?
– La intención es hacer un show con un repertorio amplio y variado, por eso incluiré algunas canciones de "Bailongo", mi último disco que grabé en Argentina, no sonó tanto en las radios como "Richie Silver", pero que tiene temas súper movidos y divertidos. Para la Fiesta de las 2 puntas llevo a dos de los mejores guitarristas uruguayos. No faltará el cha-cha-cha y el rock n’ roll y por supuesto el candombe para que la gente sanjuanina termine bailando feliz.
– ¿Por qué reviviste a Richie Silver, tu primer seudónimo?
– Fue el primer nombre que utilicé antes de Rubén Rada. En aquella época no pegaba mucho mi nombre de pila, no era comercial. Se estilaba elegir nombres que sean fáciles de recordar, como Nicky Jones, por ejemplo.
– Después Rubén Rada pegó y mucho…
– Sí, no me puedo quejar. A partir del disco de 1979 "Rada", no paré más. Canté con todos. De Caetano Veloso, la "Negra" Sosa a U2 o Sting. Son infinidades de artistas que me acompañaron a lo largo de toda mi carrera. Estoy muy agradecido y satisfecho.
– De los cantantes atemporales que ya no están ¿Quién quedó boyando?
– Y… son muchos artistas en el tintero. Me hubiera gustado tocar con Sinatra o Gardel. Tengo millones de metas pendientes todavía.
– Dijiste que te querías retirar ¿De los escenarios o de la música?
– De los escenarios. Estoy muy cansado con tantos viajes, de los pasaportes vencidos o no vencidos, del exceso equipaje, de algunos contratos que no se pagan. Quiero también dedicarle más tiempo a mi familia. Pero voy a seguir ligado a la música, grabando y produciendo discos. De hecho, ahora estoy haciendo reversiones de Fito Páez, Andrés Calamaro, Charly García y León Gieco.
– Siendo negro ¿Sentís que tu música integra razas y solapa la discriminación?
– Los Beatles dijeron en su momento "somos cuatro hombres blancos cantando música negra" y creo que eso demuestra el aporte de los negros a la música. Lamentablemente, la discriminación existe igual. Cuando un negro juega al fútbol o es músico está todo bien, pero cuando se convierte en gerente de un banco, en empresario o político, salta la bronca.
– Bronca o no, vos triunfaste más allá un color…
– (Risas) Cuando empecé la tierra estaba caliente. Mirá, de chiquito fue fácil porque empecé a ser reconocido en los carnavales y en las murgas. Todo fluyó en Uruguay pero no sucedió lo mismo en Argentina ni otros lugares. Fue muy difícil encontrar mi camino como Rada. Cuando viví en EE.UU fui inmigrante y deambulaba arriba de los barcos en México para ganarme la vida.
– Tuviste una infancia rodeada de pobreza ¿Cómo viviste esos años?
– Fue muy duro. Fui tuberculoso de los 2 a los 4 años y vivía en un rancho sin luz con mis tres hermanos. A pesar de todo, fue mi mejor enseñanza porque aprendí a valorar todo lo me dio la vida.

