Divertida y reflexiva bohemia social. Eso propone el creativo Baglietto, aquel que enmudeció en la dictadura y brilló en la democracia. "Pero también hablo de las sensaciones del hombre más allá de lo social", aclaró. Con esa mezcla de estado zen -rapada incluida-, alocada poesía y confesa fobia a las críticas, vuelve a San Juan "con muchas expectativas" para presentar su último disco "Sabe quién" (2006) y algunas canciones de su primer DVD antológico "Baglietto en vivo" (2009). Antes, charló con DIARIO DE CUYO.

– Regresás a la provincia luego de 7 años. Tu último show fue en el 2002…

– Es cierto. Tengo muchas expectativas de ver cómo me trata San Juan. La gente que vaya al show se encontrará con un repertorio amplio, que incluye nuevas y viejas canciones. Es un espacio para reir y emocionarse.

– Toda una vida con la música ¿Alguna vez quisiste patear el tablero?

– (risas) Todo el tiempo. Por eso hago producción técnica y me dedico a otra cosa (N.de.R: es propietario de una empresa de iluminación y sonido). Esta actividad paralela, me permite no bastardear la música y no preocuparme de cómo pagar la olla la semana próxima. Puedo elegir el cómo, dónde, cuándo y con quién.

– Tu generación revelaba sus ideales. ¿Sucede lo mismo con los jóvenes de hoy?

– Todos expresamos nuestras ideas. En el caso de la música popular, la ideología se comunica a partir la música. Que te pueda gustar o no es otra cosa. No quiero pensar que todo pasado fue mejor y que en nuestra época pasaban cosas que se han perdido y que ahora son una porquería.

– ¿Te considerás el piquetero bohemio del rock?

– (risas) No, por el contrario, soy un tipo positivo que prefiere hacer más que hablar al pedo. Muchas de mis canciones tienen que ver con las sensaciones del hombre, sus angustias, sus alegrías, más allá de una cuestión social.

– Se fue "La Negra" y regresó Charly. ¿Cómo viviste esa fricción del destino?

– Ni Mercedes se ha ido del todo, ni Charly ha vuelto del todo. Creo que Charly ya hizo su gran obra y no espero que hoy escriba viernes 3 am. Lo que recordaremos de Charly es su gran historia musical, no su retorno. En cuanto a La Negra, creo que ha dejado tanta cosas que no se puede decir que se haya ido del todo.

– ¿El talento tiene fecha de vencimiento?

– …Creo que no. Lo que sí tiene vencimiento es la demostración de ese talento. Hay momentos en la vida para cada cosa. No siempre uno está mostrable.

– Estuviste mucho tiempo recluido. ¿A qué se debió la ausencia?

– Yo soy medio fóbico. No me gusta la exposición.

– ¿Patología diagnosticada?

– (risas) Mira, no lo fui a consultar con el médico, pero algo de eso debo tener. No me da miedo el escenario, pero sí me da temor la crítica. Es miedo al rechazo. Es contradictorio, pero uno le tiene miedo a lo que genera.

– Sin embargo, te definen como el representante de la trova argentina…

– Es lo hacen los demás. Sí asumo que puse un granito en la música popular contemporánea, pero me defino como un tipo que canta, hace música, se sube al escenario y transpira la camiseta. Como diría Sandra (Mihanovich) "soy lo que soy".

– Sos un señor de las cinco décadas. ¿La edad modificó tu actitud en la vida?

– (risas) A lo mejor hincho más las pel… Creo que es la condición natural del hombre cuando envejece. En general, no me modificaron mis 53 años.

– ¿Qué grupos te gustan de la nueva camada del rock?

– Sin ser muy jóvenes, me gusta lo que hace Arbol y Tipitos. Pero me inclino más por Divididos y con las hermosas canciones de Fito, León Gieco, Spinetta o García.

– La nueva Ley de Medios favorece la difusión de música nacional ¿Qué opinas?

– Habrá que esperar qué se instrumenta de todo lo que se dice. Normalmente, de todo lo que prometen se cumple el 10 por ciento. Si llega a ser verdad, estaría buenísimo.

– Vivís en la jungla porteña. ¿Cómo sobrellevas tanta violencia?

– Más que sobrellevarla, la sufro. Soy un privilegiado porque no llevo una forma de vida de la más peligrosa (…). Supongo que la falta de trabajo y de educación genera la violencia. Nosotros venimos sufriendo el deterioro de la cáscara social desde hace muchos años.

– Hablando de sufrimiento. ¿Te rapaste para blanquear tu calvicie?

– (risas) Es la mejor forma de no ver cuán pelado estás.