Dice que con ésta, será la sexta vez que arriba a San Juan y reconoce que su mayor desafío fue también su mayor éxito: Drácula, el personaje de leyenda con el que ancló por primera vez en la provincia. Su nombre es Juan Rodó -en la foto junto a Claudia Lapacó a su der. y Georgina Frere a su izq- y este viernes volverá a pisar suelo cuyano con otra de sus recreaciones, en el marco de la temporada de Protea (ver aparte). Acompañado de una maravillosa voz que no pierde su humildad, el barítono de 43 años -que hizo óperas en el Teatro Colón entre 1994 y 1997- se pone en la piel de Solimán, el sultán que se debate entre Feyza (su madre) y Scherezade (la esclava que desea desposar) en Las Mil y una noches, versión remozada del musical que en 2004 estrenó la dupla Cibrián-Mahler y que hoy vuelve a escena.


– ¿Cuántas vidas pasaron ya por tu voz?

– Uff…Drácula dos veces, Otelo, El jorobado de París, Dorian Gray, Jack el destripador…y ahora Solimán, nuevamente.

– ¿Qué novedades traen estas mil y una noches?

– Cambios y mejoras en la puesta básicamente y en algunos números musicales con nuevas coreografías y una obertura diferente. También está Claudia Lapacó como mi madre, la sultana; ella ya estuvo en la anterior versión pero no hizo giras. Esencialmente, el libro es el mismo, pero a Pepe siempre le gusta darle una vuelta de tuerca a las cosas.

– ¿Qué es lo que te lleva a permanecer junto a Cibrián? ¿Química o admiración?

– Nos entendemos mucho tanto con Pepe como con Angel Mahler. Me gusta lo que hacen y cómo lo hacen. Tenemos empatía.

– Alguna vez dijiste que te sentías el Johnny Depp de Tim Burton…

– Es verdad, siempre digo que soy a Cibrián lo que Johnny Depp es a Tim Burton (risas). Soy el elegido, pero el elegido mutuamente, porque me imagino que Depp elegirá a Burton y viceversa.

– ¿Sentís que tenés vía libre para explotar tu capacidad actoral? ¿Te gusta jugar a ser otro?

– La verdad que sí, tuve oportunidad de hacer personajes muy escabrosos y oscuros, y ahora con el sultán de Las mil y una noches es la primera vez que hago a un ser más humanizado y noble.

– ¿Cómo es Rodó abajo del escenario?

– Rodó tiene dos hijos hermosos -NdR. de un matrimonio anterior- y está enamorado de su novia Magalí, ella es la protagonista femenina de La Bella y la Bestia; la conocí cuando yo hacía Jack, el destripador.

– ¿Y en la piel de Solimán?

– Es un ser imperial que tiene la sensibilidad de un hombre que se debate entre el amor de su pareja y el de una madre muy posesiva que ansía conservar el poder del imperio y sobre su vástago, eso es lo peor (risas). Solimán intenta revelarse a esto y elegir libremente la mujer que quiere a su lado para suceder a su madre. Algunos espectadores, quizás, recuerden su propia historia. Todos tenemos una Feyza en el hogar (risas)

– De todos los papeles que encarnaste ¿cuál pones en primer lugar?

– Drácula es el número uno, pero también Dorian Gray me resultó un re desafío, un quiebre, como el mismo Otelo.

– ¿Tu siguiente desafío?

– Guido Contini, de Nine, el musical que se estrenó en cine hace poco sobre Federico Fellini, ese es mi próximo objetivo, lo podría emprender como algo propio pero todavía no sé… El país está un poquito complicado.

– ¿Te gustaría llegar al cine o a la TV?

– No me interesa, lo mío es la música, esa es mi vocación.