Nació en 1965 en Buenos Aires, a los 10 años escuchaba rock y se consideraba un rockero. Eran los 70, la década que para él sirvió de base al rock nacional. Tocaba el bajo a los 15 años con la banda Músicos del Centro, grupo que le sirvió de presentación para comenzar a tocar con Lito Nebbia. Fue bajista de Luis Alberto Spinetta durante tres años (en Spinetta Jade) y participó del disco Del 63, el primero de Fito Páez;después, del rock puro saltó al jazz junto a Dino Salussi con quien recorrió Europa.

El músico, que ahora es un referente de la improvisación en bajo y de la música electrónica, se llama César Franov y conversó con DIARIO DE CUYO de sus inicios y el rock nacional, antes de su regreso a San Juan (vino antes dos veces, una junto a Nebbia en los 90), mañana para brindar un curso y un recital el sábado (ver aparte).

-¿Cómo recordás el rock en los 80?

-Era una época en la que el rock todavía se fusionaba bastante con el jazz, mucho jazz rock, era la época en la que empezaba el pop. Era muy interesantes las fusiones que se producían. Discos de la época de Spinetta o Charly tienen mucho de eso. Hoy se está dando otra vez eso.

-¿Cuáles son para vos los tres discos de rock nacional infaltables, básicos?

-Kamikaze de Spinetta, varios temas de Lito Nebbia, no un disco en especial, sino un grupo de temas, me pasa que se me rompió esa cosa del álbum, escucho ahora más por compositores, y seguramente Charly (Garcia), una selección de viejas canciones.

-¿Cómo fue tu experiencia en Spinetta Jade?

-Estuve desde el 83 al 85. Fue muy mágica , increíble, aparte estaba nutrido de afectos y amistad, también estaban mis amigos el Mono Fontana y Lito Epumer.. muy amigos desde el secundario.Tenía 18 años cuando empecé en la banda. Era el más chico. Y después me aleje, incluso un poco del rock, así que no lo vi mucho más Spinetta después . Fue cuando me fui con Dino Saluzzi que es música tirando al jazz, académico, folclore, el tango, incluso. Fue una razón más estilística que dejé de tocar con Spinetta. Fue un volantazo de 180 grados

-¿Qué dejó Spinetta al rock nacional ?

-Tenemos una figura legendaria, que cuando el compositor esta vivo, no se lo ve así. Así como está Gardel, está Spinetta, es otra luz que le queda a la Argentina. Spinetta es el nuevo Gardel. En la música clásica tenes a Bach y Beethoven, bueno, esto es así. Y en vida esto no es posible, porque culturalmente lo hacemos así. Se lo consideraba siempre como un súper artista, un tipo de culto, super creativo y de abrir caminos, que hacen en la música un antes y un después.

– ¿A qué crees que se debe la vigencia actual de los grandes del rock?

-Me parece que lo que pasa en el rock pasa en todos los géneros, siempre hay unos 10 que abren todos los caminos y de ahí salen subestilos, que se fusiona en el posmodernismo.

– Tocaste con Fito Páez también.

-Grabamos Del 63. Tocábamos con Rubén Goldín y Fito Páez y venían 5 o 10 personas a escucharlo. Es muy cómico, si ves las fotos de eso no lo podés creer, el boliche semivacío, cuatro cinco personas que eran amigas. Dos años mas tarde, estaba ante un estadio lleno.

¿Cómo tomás que en general él publico se fija en el cantante y menos en los músicos?

-En la música vos podes ser solista, ser lo protagónico de la música o podes estar atrás, acompañando, hablando mal y pronto.

Por lo general todos escuchamos al solista y es la primera capa que te llega, puede ser un cantante o un músico. Latinoamérica en general tiene algo especial con la voz, todo lo que sea cantado es lo que más atrae, lo instrumental está bastante por debajo del consumo en Latinoamérica. Puede ser una herencia del folclore que es bastante cantado, igual tiene instrumental, sobre todo en Cuyo hay mucha música instrumental con los guitarristas.

– A veces se critica a la música electrónica, como que no es música, ¿cómo lo ves?

-Es una cuestión de gustos. Lo veo como otro camino posible, encima como la tecnología está cada vez más al alcance, las computadoras van a ser como los celulares de accesibles, si por casi nada tenés semejante usina de sonidos, bueno te subís a eso. Lo que pasa que el placer de hacer eso es diferente a tocar un instrumento, tocar un instrumento es una experiencia más corporal.