"¿Esta nota va a ser la tapa de espectáculos?", pregunta canchera y tanteando su destino. Pero Mora Godoy no exagera en presunciones ni pretende invadir espacios. Por el contrario, los tiene muy ganados. Está acostumbrada a globalizar el tango y a recibir elogios. "Hago lo imposible por estar en el país y muchas veces reniego de los euros para quedarme y mostrar mi show’, dirá la bailarina egresada del Colón y coreógrafa de sensualidad arrabalera extra large. Disciplinada y atrevida, la artista que se confiesa fan del Polaco Goyeneche, que posó desnuda para Playboy -ver recuadro-, trabajó con Iñaki Urlezaga y Maximiliano Guerra y hasta les enseñó unos pasitos a los Rolling Stones, vendrá a para mostrar su nuevo show "Milonguera" en San Juan, donde la espera parte de su familia, los Bottino. Antes, con predisposición y buen genio, la morocha dialogó con DIARIO DE CUYO.
– ¿Mujer orquesta o Reina del Tango?
– Reina del tango me gusta más (risas). Además de provocarme felicidad, el tango ha sido declarado patrimonio intangible de la humanidad y es muy fuerte todo lo que vivo.
– ¿Te sentís una bisagra en el género?
– Yo creo que sí. He trabajado muchísimo en estos arduos 15 años para cambiar algunas cosas, para mejorar y sobre todo para crear cosas nuevas. Creo que en gran parte, lo he logrado. Con los espectáculos, los shows corporativos para eventos y el diseño coreográfico para grandes bailarines como Iñaki Urlezaga o Maximiliano Guerra. También por sostener mi compañía de tango hace más de 10 años.
– Sos la única mujer que la tiene ¿El machismo arrabalero contaminó tu camino?
– No es fácil el camino de por sí. Lo hacés día a día y paso a paso. Es un camino paulatino, que fue lento y no es abrupto y vertiginoso como puede ser el de una figura que estalla en la televisión y después a los dos años no tiene más trabajo. Ese tipo de casos no tiene una base armada como la mía. Yo subí muy despacio por la escalera, peldaño por peldaño y puedo decir que tengo una base muy sólida en los distintos niveles.
– ¿Y que pensás de la plataforma de Bailando por un sueño? ¿Baile o pantomima?
– Las dos cosas. No deja de ser un certamen de baile y también es un juego entre los participantes, el jurado y sus escándalos. Es una puesta de escena, pero forma parte de las reglas del show.
– Allí consideraron a Laura Fidalgo como una de las mejores bailarinas del país ¿Coincidís?
– Nunca escuché que digan que es una de las mejores. ¿Y ahora que está haciendo? Creo que lo de ella fue un boom televisivo. Hay mucha gente que aprovecha eso para hacer cosas. Lo mío es totalmente diferente. Yo hace 10 años que estoy en tour por el mundo. Soy una bailarina que trasciende lo nacional para ir al exterior con una compañía de primer nivel. Tengo espectáculos con vestuario, ideas y creaciones coreográficas que están en permanente cambio. Creo que voy por el número 14…
– ¿Te sentís una embajadora cultural?
– Lo vivo con naturalidad. Es una doble responsabilidad representar al país pero nunca me subí al caballo. Arriba del escenario puedo dar una imagen de que me llevo el mundo por delante y arraso con todo. Pero no, cuando bajo no soy ese personaje.
– ¿Y quién baja?
– Una mujer simple. Perdón, te lo cambio por humana. Me podría definir como pasional y visceral.
– ¿De ahí los desnudos de Playboy o fue por el cash?
– Si hay algo que no me moviliza es el tema del dinero. Cada propuesta que elegí en mi carrera fue porque me aportaba artísticamente o era algo que quería hacer. No tengo grises en ese sentido. Muchísimas veces he resignado a fortunas porque consideré que iba a perder mi tiempo.
– O sea, caemos en la típica "fue una producción cuidada"…
– (risas) Sí, esa es la típica, pero te juro que no tuve ningún tipo de dudas en hacer las fotos. Los bailarines trabajamos con el cuerpo y desde ese lugar, no tengo pudor. Es más, elegí yo los fotógrafos y las fotos. Al margen de estar cuidadas, era lo que quería mostrar.
– Hablemos de la Mora rollinga ¿Cómo viviste aquel show privado que le hiciste a los Stones?
– ¡Ay sí, nunca me imaginé bailar para ellos!. Es más, me llamó su agente ese mismo día y me dijo: "quieren verte bailar’. Fue algo único. Elegí a Piazzola para hacerlo. Como yo vivo el día a día, creo que tomé conciencia después.
– ¿Le enseñaste algún pasito? Están grandecitos para aprender…
– (risas) No seas malo. Sí, les mostré algunos pasos de tango y hasta me quedé con ellos tomando algo. Después me dieron pases VIP para su recital y los fui a ver. Ahí decís "no, no me puede estar pasando esto"…
– ¿Lo decís por el supuesto affaire con Jagger? Dicen que te tiró los galgos..
– Uno de ellos me tiró los galgos, pero no voy a decir cuál (risas).

