Como una de las propuestas infanto-juveniles que lleva a cabo el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson desde hace 15 años, el Vacacionarte 2024 representa una aventura para los más de 400 chicos de 6 a 17 años, que asisten para disfrutar de 2 horas a pura creación, de 10 a 12 hs.

En una jornada que nunca es igual a la anterior, ya que tanto los más bajitos como los más grandes emprenden un viaje por distintas disciplinas relacionadas con la colección del patrimonio provincial, con las herramientas que les proveen desde el Museo, como dibujo, muralismo, escultura, textilería, origami, yoga, ritmos urbanos, música, teatro, laboratorio de experiencias químicas y producciones audiovisuales; entre las artes que se desarrollarán hasta el viernes 1 de marzo.

En sus mesas. Un grupo de niños de 7 años dedicados por completo a crear un retrato.

DIARIO DE CUYO participó de algunas de las experiencias que se viven desde el pasado lunes, donde cada grupo etario se divide en 2 subgrupos que rotan por diferentes talleres. Así, luego de pasear por la Sala 4 del edificio, los chiquitos de 7 y 8 años fueron guiados por sus profesores para reproducir retratos propios o de su familia con lápices, fibras o témperas, si bien los instructores también se encontraron con mini artistas que prefirieron dar forma a un monstruo marino, el peluche preferido, sus perros o incluso una lagartija, como dijo Valentina Quiroga, una de las "profes". 

Metidos en el cuento. Los más bajitos ilusionados con la idea de pintar un
gusano con su color favorito.

"Yo empecé con 6 y ahora tengo 7 y vengo con mi hermana que está en el grupo de los 9 y 10 años. Me gusta mucho dibujar y hacer amigas" dijo Emi desde la mesa que compartía con su amiga Pilar, Lisandro y Bautista, mientras la maestra llevaba las témperas para que pintaran. 

Para Camila, de 8, esta es su primera vez. "Me gusta mucho porque puedo dibujar y pintar", dijo con la panza en el piso mientras daba sus trazos en el papel.

¡A jugar! Los peques de 6 añitos jugando con sus profes a dar vida a un gran gusano en los pasillos del museo.

Después de compartir su merienda, los peques de 6 años ingresaron al mágico mundo de los cuentos en la biblioteca y jugaron a transformarse en un gusano de grandes patas dando vueltas por el complejo. 

En la sala 5, al principio tímidos, pero luego más sueltos, los adolescentes de 14 a 17 años debieron definir un cuadro para realizar un trabajo colectivo escribiendo una historia breve que, más tarde, representarían teatralmente involucrando sonidos. Julieta, de 15 años, manifestó que concurre desde los 10 y que "es muy lindo porque todos los años hay talleres y desafíos nuevos". La jovencita sueña con continuar la carrera de Artes Visuales cuando termine sus estudios secundarios, al igual que Zaira, una de sus compañeras que va desde 2023.

Hasta en el piso. Algunos chicos de 8 años prefirieron el piso a la hora de
ponerse a dibujar, contentos con la idea de crear.

Como director del museo, Emanuel Díaz Ruiz, destacó que "es una alegría que se pueda mantener este contenido tan significativo de la programación del Museo, que tiene que ver con la extensión educativa, el trabajo con la comunidad y, sobre todo, con los chicos". "Estos 15 años tienen que ver con el proceso de afianzamiento de la actividad en el medio, su reconocimiento y una impronta que nos distingue, porque no hay otro espacio cultural que lleve adelante estas acciones que apuntan a romper con el concepto de museo más tradicional", subrayó el funcionario, en medio de una decena de pequeños que jugaban en los alrededores. 

((fotos DANIEL ARIAS)