Entre lápices, crayones, plumines y biromes, junto a pantallas y sonidos, la octava edición de La Noche del Dibujo fue un llamado a la creatividad artística en varias manos, no sólo la de los dibujantes, ilustradores o pintores expertos, también para cualquier espectador que con o sin conocimiento y tampoco importaba la edad, tenía la posibilidad de interactuar con el papel para soñar mundos posibles. 

En sus diversos formatos y soportes, cruzando además lenguajes y disciplinas, el dibujo como ejercicio fue el punto central de este encuentro, que una vez más reunió a decenas de personas en el Museo de Bellas Artes Franklin Rawson, ayer jueves. Los diferentes espacios del complejo cultural quedaron intervenidos por un gran número de creativos, ya sea en estaciones de dibujo, en la mesa o en el caballete, en construcciones alternativas para instalaciones y murales, como también en la realización de diversas puestas performáticas de danza y de música. 

Con sólo estar en el ingreso al hall central por Avenida del Libertador San Martín, podía apreciarse el mural de 2.50 metros de ancho por 1.20 de alto para intervenir la fachada del museo. La obra a cargo de Lucas Sepúlveda consistió en plasmar uno de sus personajes temáticos, "Mabel", que referencia a la naturaleza de San Juan, representando su flora y fauna. En otro sector, bailarines de Tango San Juan fueron acompañando las sesiones de dibujo, incluso algunos sirvieron de modelos para ser retratados por los participantes.

Mientras que en la Sala 3, el colectivo Croquiseros y Bus del Croquis (pertenecientes a la Facultad de Arquitectura de la UNSJ) presentaron su instalación "Imágenes Paganas", musicalizado por la canción homónima de Virus, el público podía dibujar libremente su "ciudad imaginaria" que luego fue proyectada en un collage digital a modo de mural. Incluso, se podía dibujar en una tablet para ser proyectado en la pared y ver el proceso de la construcción del dibujo en tiempo real. Dicha atracción fue también interesante para los visitantes que se sumaban a la propuesta con entusiasmo. Hasta casi la madrugada, hubo varias actividades recreativas que el público pudo disfrutar con cerveza artesanal y en contacto permanente con las artes visuales.

Lucas Sepúlveda realizando un mural de "Mabel" y la naturaleza sanjuanina en la fachada del museo.
Proyecto Tango San Juan hizo su participación con diferentes puestas performáticas.
El grupo La Nello, de grabado y estampa, también estuvo presente enseñando este antiguo arte a chicos y adultos.
Silvina Martínez dibujó un friso a plumín (speedball) sobre la temática de los conflictos sociales contemporáneos y la violencia.
En las estaciones de dibujo, las posibilidades de retratar eran infinitas.
En diferentes salas del museo hubo intervenciones musicales, tanto acústicas como electrónicas.

FOTOS MARCOS URISA