Lo internaron el sábado y falleció el domingo por la madrugada. Fue velado desde la tarde de ese día hasta ayer en la Legislatura Porteña, por donde desfilaron admiradores, amigos y colegas. Y recién hoy, los restos de Gerardo Sofovich serán cremados en un cementerio privado de Pilar (adonde fue trasladado ayer, una vez cerrada la capilla ardiente) en una ceremonia íntima para unas 15 personas, entre ellas su nieta Taiana, que esperaban que llegara de Estados Unidos, donde estudia. Se trata de la hija de Gustavo, el hijo que tuvo con Carmen Morales, que estuvo al pie del cañón todo este tiempo y que conmovió cuando declaró que "Mi papá ya no quería vivir, él era una persona muy independiente y para vivir así prefirió morir, no le tenía miedo a la muerte".

Pero en tren de declaraciones, no menos asombro causó la revelación que hizo el periodista Ángel De Brito. En BDV, relató que el famoso productor le contó algo hace un tiempo, pero le pidió como única condición que lo hiciera público después de su muerte. "Gerardo lo que quería era matar a Sofía Oleksak (su última mujer) y después matarse, suicidarse. Esto habla del amor que tenía y la locura que le despertaba. Había dejado dos cartas. Había comprado el arma. Los amigos no le creían. En el fondo, sabían que no lo iba a hacer. Su plan era llevarla al medio del mar, matarla y luego matarse él. Compró el arma y la citó a Sofía para tener una charla. Sofía fue y charlaron. Cuando llegó el momento no sólo no la mató, sino que se reconciliaron ese día. No sé si Sofía lo sabrá, si Gerardo se lo habrá contado. La reconciliación duró muy poco tiempo".