Bebés, niños y adultos disfrutaron sin distinción de la música y consejos del payaso más famoso de la Argentina. Ataviados con característico el pañuelo amarillo en la cabeza, y algunos hasta pintados como su ídolo, bailaron y cantaron durante la hora y media que duró el espectáculo. "Piñón fijo es mi nombre" es el show que presentó ayer por la tarde el artista cordobés en el Estadio Aldo Cantoni donde intercala canciones con la actuación de personajes como el pájaro Ketchup, un chivo que se compara con el pulpo Paul y el recientemente célebre burro Andrés; "cabeza de papa frita", el títere que hace las veces de director de la puesta, o un duende que juega desde una pantalla. De esta manera, Piñón fijo, el personaje que creó hace 20 años el artista callejero Fabián Gómez, deleitó a los casi 4 mil espectadores que asistieron al estadio.

Con su típico traje de payaso, Piñón despliega sus encantos acompañado por sus hijos, Sol de 23, que canta y Jeremías de 22, con su guitarra, que trabajan en forma permanente en el show hace dos años, dedicados un público menudo, tanto que algunos no llegan al año. Es que con un lenguaje llano y divertidos ritmos, Piñón convierte sus canciones en útiles consejos y mensajes relacionados al lavado de dientes, el uso de la mamadera, o cómo prestar atención al semáforo. Hacia el final llegó el ultrafamoso Chu chu ua y el estadio estalló en una sola voz y fuegos artificiales fríos -papelitos y serpentinas- cerraron una tarde muy colorida.

Carcajadas, exclamaciones, canciones a viva voz y muchos aplausos es lo que cosechó Piñón fijo en San Juan. Además del sincero cariño de los niños hacia el entrañable payaso, aquel que como antaño, hizo soñar a muchas generaciones.