Un sanjuanino, dos mendocinos y un puntano crearon en San Luis un proyecto musical que busca resignificar o darle un nuevo sentido al cancionero cuyano, con canciones y melodías no solo para escuchar, sino también para bailar, divertirse y reflexionar. Esta compleja fórmula la plasmaron en un "Manifiesto de la Nueva Canción Cuyana" que recitan al principio de cada show; y cuando ponen primera, ocurre una experiencia interesante en los escenarios del folclore regional. Son Los Manyines de Cuyo, encabezado por el sanjuanino Julián "El manyín" Manrique, y que se completa con Manuel "Curandero" Yllanes, Gastón "Chañar" Orona, Emiliano "Samurai cuyano" Leyac y Maximiliano "Lucerito" Lucero; y el sábado próximo estarán en San Juan, para participar en la peña de La Nota, donde mostrarán su repertorio y su particular estilo. 

Arraigados a los sentires de la cultura popular, proponen una sonoridad y lírica distintas y originales. Además de construir un puente rítmico entre la raíz afro y el folclore regional -la cueca, el gato y la tonada-, buscan salir del "espacio contemplativo del folclore ortodoxo", por momentos lleno de romanticismo por el paisaje, la vendimia o un amor idealizado, y transitar la realidad social contemporánea y cercana, lo que sucede en los barrios, en las vidas de trabajadores que habitan suelo cuyano. 

"Hacemos un sólido discurso de la cuyanía, pero no nos aferramos a la estética clásica del folclore cuyano, la respetamos mucho y no abandonamos su esencia, pero queremos darle una vuelta de tuerca y cantar historias del albañil del barrio, de los "caritas tapadas" que son pibes que trabajan en la cosecha, de los vendedores ambulantes, de los loquitos populares, que son los protagonistas de las canciones y que estuvieron invisibles mucho tiempo", dijo a DIARIO DE CUYO Manrique. Así, en su mochila de canciones, habitan la chacarera "Ambulante barrio adentro" (homenaje a los vendedores ambulantes), "Las manos de un pobre" (una cueca que aborda la desigualdad), "Los sin dientes" (gato cuyano escrito en una olla popular), "Carita tapada" (homenaje a los niños que trabajan para la vendimia), "Chacarera cuyana" (que busca desmitificar fronteras regionales de la música), "El discurso del loco" (reconocimiento a personajes populares de cada pueblo), "Tonada de un amor cuyano" (cogollo namaste) y "Cunetero" (relatos sobre la experiencia de bañarse en un canal de riego), entre otras piezas originales a las que les dan un toque cómico a veces, satírico otras, y que también encierran agudas críticas sociales en lo profundo de sus versos. "Al comienzo a la gente le costó un poco asimilar lo que hacemos, pero con el tiempo lo ha entendido y lo disfruta", señaló el sanjuanino, apuntando sobre todo a un sector más tradicionalista.

"Había ciertos prejuicios, pero cuando escucharon las letras, se pusieron a llorar. Y nos dijeron finalmente "¡Qué bueno es aprender de las cosas buenas!". Por supuesto, hay otros mucho más conservadores del ambiente cuyano que no soportan escuchar una batería, no les cayó muy bien la propuesta. Pero lo nuestro es transgeneracional. Hacemos música para el pueblo. Buscamos una sonoridad donde la gente se divierta, con empatía y con identidad. Y decir que somos cuyanos, nos enorgullece", se explayó Julián, para quien en lo personal quedaba una deuda pendiente. 

Desde su eclosión, Los manyines de Cuyo han llevado su innovadora propuesta por distintos escenarios, como el Festival Nacional de Folclore de Cosquín y el Festival de Peñas de esa ciudad cordobesa; el Festival Nacional de la Chacarera, de Santiago del Estero; y el Festival Nacional del Caldén, en San Luis, entre otros populosos encuentros; además de haber logrado reconocimiento en diferentes certámenes provinciales y nacionales. Pero... Con esta presentación en la provincia, Julián Manrique podrá cumplir un largo anhelo: actuar en su tierra natal. 

Durante su infancia y juventud, que transitó en San Juan, el cantautor y docente universitario desarrolló su gusto por la música. Sin embargo, fue cuando se trasladó a San Luis para estudiar Comunicación Social que fue tomando más en serio esa veta artística, tocando como solista en bares y otros espacios de la escena puntana. Esas experiencias sumadas a los viajes y las raíces que lo enlazan a la cuyanía, fueron moldeando su perfil como compositor, guitarrista y charanguista. Luego se fue vinculando con sus pares y terminaron de moldear esta propuesta colectiva, que es el resultado de todo un proceso, que aún hoy continúa evolucionando. 

"Nos está yendo muy bien, pero lo que me dolía era que no podía mostrar nuestra música en San Juan. Fuimos por Cosquín, estuvimos por la Pampa, por Santiago del Estero, qué sé yo... Y San Juan siempre quedaba como una deuda pendiente, por distintos motivos siempre quedaba postergado. Pero ahora por fin podremos presentarnos", expresó Manrique, muy entusiasmado con el debut de Los Manyines de Cuyo en sus pagos.