Ese regocijo que genera la buena música y la emoción de disfrutar del concierto de uno de los más grandes exponentes del jazz mundial seguramente embargaron a los sanjuaninos que acudieron anoche a la 5º función de abono de Mozarteum Argentino filial San Juan.
Paquito D’ Rivera hizo vibrar la sala del Auditorio Juan Victoria al son de su clarinete, en su primera visita a la provincia y el único recital que brindó en la Argentina. "Estoy feliz de estar por fin en la cuna de Sarmiento" dijo en su primer saludo, con su inconfundible acento cubano, que no pierde a pesar de que vive hace años en Nueva York. Acompañado por su sexteto y la voz de su mujer Brenda Feliciano, D’Rivera "conversó" a través de sus interpretaciones y con palabras, porque el músico no ahorró simpatía sobre el escenario. La primera parte estuvo dedicada a un compilado de obras de compositores clásicos como Johann Sebastian Bach que "en realidad era cubano y le decían Juanito", bromeó antes de comenzar a recorrer esas partituras interpretadas con la sensualidad del jazz. Después le tocó el turno a Mozart y su concierto para clarinete, que Paquito convirtió en blues. Ese fue sólo el principio de una noche excepcional, en la que el gigante del jazz pasó por San Juan y una sala colmada lo cubrió de aplausos.

