"Señor cartero, por favor no doblar", dice en portugués el sobre que tiene la figura de una mujer pegada en el frente, junto a la dirección del destinatario. Esa es una de las cartas-obra de arte que llegaron a través de la convocatoria internacional Cuerpos Insurrectos que lanzó la artista plástica Silvina Martínez junto al Instituto de Expresión Visual y Fundación Exedra. La iniciativa tuvo buena cosecha ya que participaron 135 artistas de Argentina y del extranjero.


Arte sin restricciones. Todo valioso por igual. Así de democrático es el Mail art, un modo de intercambio de obras de arte por correo postal que nació en 1950 a instancias del grupo Fluxus. Busca comunicación, crea un circuito al margen de lo institucional y en oposición a la mercantilización del arte. En la era digital, el arte por correspondencia no está extinto.

Experiencia. Silvina Martínez llevó el arte postal al Hogar de Ancianos Renacer, como modo de acercar el arte a los abuelos, que no pueden movilizarse hasta una exposición. 

"La convocatoria se difundió por las redes y en las páginas internacionales de mail art, que es una especialidad del arte muy en boga y muy interesante. Así, me fueron llegando las cartas con las obras. En muchos casos los sobres son también parte de la obra, tienen dibujos, sellos, collages, etc.", comentó Martínez, quien fue pionera en la década del '90 cuando creó en San Juan lo que se llamó Oficina Banana, única sede argentina de una red internacional de Arte por Correo. Desde entonces, repitió esta modalidad en otras ocasiones desde Fundación Exedra. 


"Es usual que los sobres vengan intervenidos, aunque no siempre es así. Sin embargo, los sellos postales son ya, en sí mismos, una intervención. Algunas obras de tamaño postal vienen sin sobre, como se enviaban antiguamente las postales, con sus estampillas y sellos correspondientes. Muchos artistas tienen sus propios sellos que se incorporan en la obra o en los sobres. Es muy variado el tema y eso lo hace apasionante", expresó la artista que además describió el modo en que llegan las obras al público. "Normalmente, en diversos países las obras de este tipo de convocatorias se exponen en una sala o museo, de modo convencional. Pero en este caso, inventé lo que llamamos Exposiciones súbitas. Sin previo aviso cargo las obras y pido permiso en un restaurante u otro lugar que se preste, e invito a la gente a acercarse. El objetivo es generar un nuevo tipo de público, difundir la modalidad del arte por correo y permitirle a la gente tener un contacto más directo con las obras, tocarlas, analizarlas con tranquilidad, hacer preguntas y comentar sus impresiones; cosas que generalmente no suceden en las exposiciones tradicionales", comentó Martínez sobre la movida que ya realizó en cinco lugares diferentes, mientras que adelantó que más adelante montarán una muestra en el IEV en los próximos meses.



Las obras, en técnica libre, llegaron de varias provincias y de Alemania, España, Chile, Brasil, México, Turquía, Italia, Indonesia entre otros.