Anoche se estrenó "El Marginal 2", por la TV Pública Argentina. Coproducida por Underground -de Sebastián Ortega- y dirigida por Adrián Caetano y Alejandro Ciancio, esta serie de ocho capítulos es la precuela de la ficción carcelaria "El Marginal".

En Twitter, #ElMarginal2 fue Trending Topic y entre los comentarios que originó, se destacaban los relacionados con el rating: consiguió picos de 11 puntos, una cifra altísima para los números habituales en la TV Pública. 

"El Marginal 2" -con libro de Guillermo Salmerón y Silvina Olschansky- se remonta en el tiempo para contar cómo era la vida en el penal de San Onofre -dirigido por Antín (Gerardo Romano)- cuando llegaron los hermanos Borges, Diosito (Nicolás Furtado) y Mario (Claudio Rissi).

Allí y entonces, había un personaje clave: El Sapo (Roly Serrano). Ni más ni menos que un preso sanguinario que detenta el poder y al que los Borges buscarán desplazar. "Pirata del asfalto... secuestro... no tiene códigos", le explicó Mario a Diosito sobre El Sapo. 

Otro de los personajes nuevos es Patricio, alias "El Doc" (Esteban Lamothe), un médico que, según fueron adelantando en estos días las informaciones de prensa, está preso por un crimen que no cometió. Con diálogos ínfimos en el primer capítulo, Lamothe dio una clase de actuación. Todo fue creíble en su Patricio: el desconcierto, la bronca contenida, esa mirada de observador atento propia del que se siente extranjero en la marginalidad de un sitio al que no imaginaba llegar. Y, sobre el final del capítulo, impecable su interpretación de ese "doc" que decide comportarse antes como el médico que es que como el recluso que poco tiempo antes había sido humillado. 

En cuanto al personaje de El Sapo, parece construido a la medida de Roly Serrano, y él demostró, desde las primeras imágenes, que supo apropiárselo. 

El capítulo estreno de "El Marginal 2" fue a sangre y fuego. No dio respiro. Ni tiempos muertos ni diálogos innecesarios ni escenas de relleno. Lo que se vio fue un retrato sin concesiones de ese penal donde se vive en un estado de violencia sin techo ni ley. Un fresco impecable de "La Villa" -el patio que lidera La Sub 21-, un sitio donde las peleas son a matar o morir, donde la vida no vale mucho más que la muerte, donde el más fuerte pone el precio y el más débil, esperanzado en que algún día logrará invertir los roles.  

La asistente social Emma (Martina Gusmán) al igual que Morcilla (Carlos Portaluppi) reaparecieron en esta temporada. Una incorporación prometedora es la de Verónica Llinás, en el rol de la asistente social Rita, vieja conocedora de todas las miserias del penal y dedicada, como ella misma dijo, a "tachar los días que me quedan para jubilarme". 

La gran virtud de "El Marginal 2" es, probablemente, la verosimilitud. Los personajes, las actuaciones, los decorados, el lenguaje, la puesta en escena, el vestuario: nada de eso es la realidad -claro está que no es un documental- y, sin embargo, todo eso es completamente creíble. La virtud propia de las buenas ficciones: hacernos creer que la mentira es la verdad. 

La precuela de la serie dará respuesta a muchas situaciones que se conocieron en la primera temporada y explicará el origen de los distintos personajes. Así lo adelantó, la propia TV Pública en Twitter.