"Siempre le tuve fobia al quirófano. El 12 de diciembre entro ahí, es lo mejor que me puede pasar. Todos están felices, porque sería el final de mi enfermedad', dijo Juan Alberto Badía a Radio 2 de Rosario. Ese día se le extirpará el tumor ubicado en el mediastino, que se redujo gracias al tratamiento. "Pasó de ser como un sachet de leche a una pelotita de ping pong", explicó.