La gala de eliminación de este domingo en MasterChef Celebrity estuvo envuelta en escándalo, quejas y llanto, cuando fue Rocío Marengo quien resultó eliminada después de su bajo rendimiento con unos “crêpes de River”, receta que le copió a su compañero Martín Fabio, más conocido como el Mono de Kapanga.

El desafío de cambiar dos veces de isla puso a los participantes en riesgo al borde del estrés y la desesperación, pero solo Marengo denunció injusticia frente a la situación. Tras dos semanas desde su vuelta al estudio, la modelo se retiraba llorando, pero con mucha bronca: “Es muy injusto”, alcanzó a decir una vez que el jurado le comunicó la decisión.

“Me daría pena irme, porque me voy con algo que no hubiera querido hacer”, había dicho a Santiago del Moro antes de que se conociera su eliminación. “Tienen un mercado lleno de cosas y agarraron tres porquerías. ¿Qué van a cocinar? ¿En una eliminación van a cocinar con cuatro cosas ? Es un juego, pero bueno...”, dijo en el back cuando la grababan acercándose a la mesa evaluadora. Pero en el momento en que la mostraban llorando y quebrada frente al jurado las cámaras apuntaron a Belu Lucius en una actitud que llamó la atención.

“Vieron que acá hay que llorar”, decía mientras comenzaba a tararear la famosa canción de Mariana de Melo: “Llora, llora, la llorona. Hay que llorar acá, les gusta llorar. ¿Con esto garpa? ¡Ja, ja!”. En pantalla quedó como una “burla” a las lágrimas. Se le sumó además que cuando Vicky Xipolitakis y Marengo se enfrentaron a la decisión final por quién se iba, la influencer volvió a comentar: “Rocío contra Vicky Xipolitakis, ¿entienden? O sea, no quiero ver”.

Sin embargo, la propia Belu salió a aclarar lo disconforme que estaba con la edición que el programa había decidido hacer del momento y explicó su verdadera postura sobre lo que pasó: “No me gustó cómo quedó editado lo que dije sobre el llanto. Nunca me reí de Rocío. Yo también lloré en el programa. Nada, quería aclararlo”.

Recordemos que Rocío Marengo había sido una de las ganadoras del repechaje que le permitió regresar al certamen, pero apenas dos semanas después, volvió a fallar y debió abandonar la competencia. En esta mini vuelta, la modelo cultivó un perfil alto y confrontativo, lo que le valió reiterados cruces con el jurado y con algunos de sus compañeros, que recién aflojó durante la despedida.