Dos bodas fueron la comidilla mediática de ayer. Mientras del otro lado del Atlántico, el príncipe Willy y Kate se alistaban para su rigurosa ceremonia real; en Baires, Karina Jelinek y Leo Fariña ya habían tirado la chancleta ("Estamos felices, mi novio, perdón mi marido, ya está en pe…", contó en vivo a Animales sueltos). ¿Y adivinen quién opacó a quién? No importa. Lejos de la prolija princesa consorte, la intrigante modelo argentina -que hasta tuvo su tropezón- fue reina, al menos por una noche, de su propia fiesta. Y aunque no hubo shows como en el festejo de Lopilato-Bublé, ni tampoco fueron Paris Hilton y David Beckham (que, dijo Kari, eran "muy cercanos" a Fariña), la hermosa morocha se divirtió de lo lindo junto a algunos exponentes de la farándula argenta. Bueno, no eran Tinelli ni Susana (es que los dos deben estar a full con sus regresos ¿no?); ni Mirtha (¡a la que justo le pasó lo de Juanita!), pero Silvina Luna, las hermanas Calabró, Aníbal Pachano, María Eugenia Ritó, La melliza Petardo, Tacho Riera y Marley, entre pocos otros, se encargaron de ponerle algo de ¿fama? a la pachanga, que sí tuvo quórum de prensa, todavía dudosa de la veracidad del asunto.

Jardines decorados en blanco, globos al aire al ritmo de All you need is love, sushi, lomo, champagne y vino del bueno y corazones de terciopelo fueron detalles de la buena fiesta, cuyas imágenes se verán en lo de Susana Giménez, en mayo. Fiesta que no se vio empañada por la denuncia que en paralelo recibió el novio, a quien se lo acusa de haber abierto una cuenta bancaria para que varios barrabravas viajen al Mundial (¿por eso llegó custodiado por Dany la Muerte, el ex de Fort?).

El 20, Kari -que lució un discreto vestido blanco- y Leo se van a Montecarlo. Pero dadas las intrigas plebeyas que los rodean, seguramente seguirán siendo noticia más allá del "sí quiero" (¡Ah! Y el collar que usó ella no era ese de 3 millones de dólares que él reservó en Miami y que -dijeron- nunca pagó).